La permanencia en Segunda pasa por mejorar los números en Anduva

La primera parada del último mes, en términos de competición, de 2022 se presenta dentro de dos días, frente al Cartagena, un duelo que el Mirandés no quiere dejar escapar porque de los resultados que obtenga en casa, junto a la afición, dependerá su futuro en la Liga.

Y es que, a día de hoy, el cuadro mirandesista es el peor de la categoría de plata cuando juega a domicilio. Solo ha sumado tres puntos. Nadie ha conseguido igual o menor puntuación en lo que va de curso (los colistas Málaga e Ibiza llevan cuatro).

Ha disputado menos encuentros como visitante que en la condición de local (7/8). En los siete que encaró lejos de Miranda logró añadir unidades gracias a otros tantos empates frente a Ibiza, Lugo y Eibar. No ha ganado aún. Dejando de lado el meritorio punto logrado en Ipurua, donde dio una buena imagen, el reparto en las citas tanto en el estadio Anxo Carro como en Can Misses se antoja un botín escaso. Insuficiente después de ver los partidos y a los rivales. En el resto de encuentros, la derrota ha sido el signo en todos ellos: ante Alavés, Villarreal B, Granada y Burgos.

Queda claro, por lo tanto, lo importante que es hacerse con el mayor número de puntos en Anduva. «Hay que ganar sí o sí, no vale empatar tanto», decía esta semana Pinchi. Pero para cumplirlo debe mejorar en el propio terreno, donde 'solo' ha conseguido el 41% de los 24 puntos que se han puesto en juego. Con tantas dificultades para sumar fuera, existe la imperiosa necesidad de hacerse fuerte en su hábitat natural.

Es donde ha firmado las dos únicas victorias que ha conseguido en las quince primeras jornadas. No obstante, otra lectura que se desprende de su actividad en Miranda es que únicamente ha podido sacar adelante dos de los ocho partidos porque ha encajado idéntico número de derrotas: dos (ante Málaga, 1-3, y Levante, 0-1).

Contabiliza cuatro duelos que finalizaron en tablas: contra Sporting, Las Palmas, Andorra y Huesca. Y lo que refleja su falta de firmeza cuando se presenta ante la hinchada rojilla es su balance en las áreas, la propia y la ajena: ha marcado el mismo número de tantos que los que ha recibido: 10.

Para tratarse de cifras jugando en casa, donde todos los rivales llegan en alerta cuando visitan Anduva (al menos es lo que todos destacan, que es un campo difícil) es un botín pobre. Ha afrontado más choques como local que como visitante y lejos de aprovecharse de esta circunstancia, con mayor motivo un equipo cuyo objetivo es librarse del descenso, permanece en el pozo.

La plantilla es consciente de que tiene que mejorar sus prestaciones en casa y hacer que las igualadas, cuatro, rubricadas en la mitad de los envites que ha acogido el Municipal se conviertan, la mayoría, en triunfos.

El Mirandés ocuparía, en una clasificación solo como local, el decimocuarto lugar de la tabla. Hay ocho rivales peores en sus estadios, pero la pésima trayectoria que mantiene lejos no permite excesivos tropiezos en Anduva a estas alturas de campeonato. Más bien ninguno.