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Ángel Garraza
Miércoles, 29 de enero 2025, 00:00
Es una de las conclusiones que se desprenden del partido jugado en el Nuevo Mirandilla y que ya se detectaron ante el Málaga una semana antes. Aunque el final del duelo disputado en Anduva fue feliz tras remontar el conjunto rojillo. Sin embargo, no siempre ... se va a poder voltear el resultado y menos en esta categoría, donde es tan complicado porque el equipo que se adelanta en el marcador tiene mucha ganado. Frente al Cádiz, el cuadro local necesitó poco para marcar tres goles y adjudicarse el triunfo.
El Mirandés hizo mucho más que su oponente durante el partido que jugó en la Tacita de Plata para llevarse un mejor resultado. Pero falló un penalti, ocasiones claras y atrás perdió esa solidez que ha exhibido durante todo el campeonato. Y que unida a la calidad de muchos de sus hombres, es lo que ha posibilitado que la temporada esté siendo catalogada como extraordinaria. Hasta el punto de haber sido el conjunto menos batido durante muchas semanas y compartir el cartel en las últimas con el Elche (sigue con sólo 16 goles en contra) precisamente su próximo adversario este sábado. Ahora, es el tercero menos goleado porque con 21 dianas también el Huesca mejora su registro (20).
Esto último, que haya encajado más o menos que otros rivales, tampoco tiene demasiada relevancia. Sí, en cambio, que el bloque de Lisci vuelva a caracterizarse por esto: por ser un equipo compacto, que es lo que ha mostrado durante toda la temporada sin que haya que renunciar a buscar el gol a favor con atrevimiento y osadía, como está haciendo en cualquier campo y ante cualquier adversario.
Aunar ambas facetas es siempre lo difícil. Todavía lo es más, a priori, para un Mirandés con las limitaciones económicas que sufre. Pero lo ha conseguido durante muchas jornadas. Así que la primera plantilla volverá hoy al trabajo para preparar el envite del sábado frente al Elche (14 horas) en Anduva con el ánimo de recuperar la solidez.
Ha conseguido minimizar las cualidades de muchos de sus adversarios y es el objetivo en el regreso al tajo: devolver la consistencia al grupo y que cada uno, de manera individual, muestre su mejor versión, como así había sido hasta ahora. En Cádiz no hubo ni paradas salvadoras de Raúl Fernández, lo que no deja de ser noticia.
El cuadro jabato había recibido 'sólo' 16 dianas en los 22 primeros partidos. A los oponentes les costaba no ya sólo ganar sino marcarle gol. Prueba de ello es que encajaba 0,72 por encuentro. No llegaba, ni de lejos, a un tanto en contra por duelo. En cambio, en los dos últimos, ha recibido un total de 5: dos conseguidos por el Málaga y tres, por el equipo de Garitano. Son 2,5 de media por cada 90 minutos.
Dos los ha recibido de disparos efectuados cerca del borde del área y otros dos, después de otros tantos saques de esquina, apartado en el que en estas últimas citas se ha mostrado más vulnerable. Larrubia, para el Málaga, anotó el 2-2 en Miranda después del lanzamiento de un córner y un barullo. Logró meter el balón por debajo de las piernas de Raúl para hacer la que era en ese momento la igualada.
Y en la noche de este último lunes, el central Víctor Chust se adelantó a la zaga para cabecear al fondo de la red desde el primer palo. Ese tercer tanto dio al traste con las esperanzas de los de Lisci de remontar, porque aunque lo intentaron la diferencia en el electrónico era ya prácticamente insalvable al tampoco estar atinados delante de David Gil, el portero de los cadistas que resultó ser el mejor del partido. Desde luego, de su equipo.
Sólo el Oviedo, hasta ahora, le había hecho más de tres goles. En el Carlos Tartiere el resultado fue desfavorable por 4-1, con lesión de Postigo a la media hora de juego (ha estado tres meses fuera del grupo) y una decisión discutible por parte del colectivo arbitral que quebró cualquier posibilidad de reacción en los instantes finales de aquella contienda.
El de esta semana, que cerraba la jornada 24ª, ha sido el segundo compromiso que el Mirandés ha recibido tres o más dianas. No es lo habitual. Han sido accidentes, que se quedarán en eso si vuelve a hacer gala de la competitividad que ha antepuesto a casi todos los contrarios en la primera vuelta del campeonato.
En más ocasiones, sin embargo, venció con tres o más tantos a su favor: al Cartagena, por 3-1; hizo lo propio por 1 a 3 frente al Castellón; superó por 0-4 al Deportivo y por 3-2 al Málaga en los envites, cuatro, con al menos tres goles por parte del bando mirandesista.
El resultado más habitual, no obstante, con el Mirandés en liza sobre el césped ha sido por ahora el 1-0 o bien el 0-1, fruto de su carácter competitivo, con el que ha cautivado a propios y extraños en los primeros meses del campeonato.
Hoy (10.30 horas, campo 2 de los anexos, a puerta abierta), mañana en Anduva sin público y el viernes son los ensayos programados para recibir a uno de los firmes candidatos al ascenso, un Elche que va de menos a más.
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