
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
María Ángeles Crespo
Sábado, 24 de mayo 2025, 21:22
«El Mirandés es un sentimiento, que se lleva, se lleva muy adentro. Por eso te sigo a todas partes, rojo y negro hasta que ... me muera. ¡Aupa Mirandés! ¡Aupa Mirandés!.....». La canción que tan habitualmente se entona en Anduva deja muy claro lo que significa el equipo para todos, y no faltó en el repertorio de los cientos de aficionados que se dieron cita en el campo 2 para animar a los jugadores, primero mientras realizaban el último entrenamiento preparatorio para el partido ante el Almería, y después cuando la plantilla y el cuerpo técnico se acercó hasta donde estaban todos los hinchas.
En principio se pensaba que la confraternización de unos y otros se iba a producir en Anduva así que los primeros en llegar se concentraron en las puertas del municipal, pero no tardó en correrse la voz de que el encuentro con sus ídolos, con sus héroes se iba a producir en el mismo lugar en el que a las órdenes de Lisci preparaban el partido.
Así las cosas el reguero de jabatos con sus camisetas rojillas fue apareciendo por la carretera Anduva para adentrarse en la del PENBU para llegar hasta el campo de entrenamiento y allí es donde comenzaron a sonar todas las canciones de ánimo, alto y claro «porque aquí nos tenemos que quedar roncos. Luego en casa hacemos gárgaras y listos para el partido». Es lo que decía Ángel Barahona que, megáfono en mano se encargaba de 'dirigir' la orquesta para que el equipo se sintiera arropado.
Después de que Lisci diera las últimas indicaciones y todos en bloque comenzaran a acercarse a los aficionados es cuando se desató la locura. Antes de que equipo, cuadro técnico y afición se entremezclaran el colorido se intensificó con las bengalas que se prendieron y precedieron al aplauso que los jugadores dieron de modo sincero a quienes partido tras partido, en las duras y en las maduras han estado con ellos durante toda la temporada.
El final de la cita tenía que ser una foto colectiva para el recuerdo, y se hizo, pero antes el maestro de ceremonias se encargó de decir a los jugadores lo que sentían todos los que estaban allí. «Venimos a daros las gracias por certificar el 'play off' porque, pase lo que pase, chavales, vamos a jugar un 'play off' a Primera que es historia».
Hubo palabras para el cuerpo técnico y para el director deportivo, para Alfredo Merino que observaba la fiesta desde lejos, tanto que no se apreciaba su semblante, a buen seguro adornado con una sonrisa de merecida satisfacción.
Se está viviendo estos días una auténtica locura colectiva y aunque como se decía «aún no hemos conseguido nada», la afición dejó clara que hay convencimiento de que «vamos a lograrlo juntos». Unidos somos más y somos mejores, eso lo sabe todo el mirandesismo y ayer se pudo de manifiesto la comunión que hay entre equipo y afición.
Conformada por mayores y pequeños que escucharon a Alessio Lisci que no pudo menos que decir que «tenemos que agradeceros el apoyo que nos habéis dado durante todo el año, y el año pasado, que eso es lo importante porque ahora es muy fácil subirse al carro. Muchas gracias, de verdad, y a ver hasta donde llegamos».
Y antes del partido más
Para que sea a lo más alto el equipo contará con la afición incondicional, con la que se dejará el alma para apoyar al Mirandés en ese Anduva que estará a reventar y que quiere ser el escenario del milagro del Mirandés.
Si el sábado fueron muchos los que quisieron demostrar a los de Lisci que «estamos aquí para agradeceros que hayáis defendido como lo habéis hecho el escudo del Mirandés», se recordó a los jugadores que para recibirles antes del partido «seremos muchos más. Lo merecéis».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.