El Mirandés se queda a medias
Desperdició tres ocasiones muy claras para marcar y se le hizo demasiado largo un partido que acabó pidiendo la hora
Ángel Garraza
Sábado, 11 de octubre 2025, 18:25
No hay manera en Mendizorroza. El Mirandés mejoró sus prestaciones, gozó de tres ocasiones muy claras para batir a Soriano, pero se quedó sin gol. ... La inoperancia ofensiva de los pipiolos futbolistas rojillos impidió que el primer triunfo se quedara en la casa alquilada de Vitoria. El primer punto que suma como local esta temporada puede saber a poco después de tres derrotas consecutivas.
Mirandés
Juanpa; Hugo Novoa, Juan, Martín Pascual, Iker Córdoba, Pablo Pérez; Barea, Marino (Thiago, m. 70), Bauza (Cardero, m. 82); El Jebari (Marí, m. 70) y Petit (Eto'o, m. 63).
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Leganés
Soriano; Peña, Lalo, Miquel, Marvel (Franquesa, m. 87); Duk (Óscar Plano, m. 64), Diawara, Guirao (Melero, m. 72), Naim (Pauwels, m. 87); Juan Cruz y Miguel (Diego, m. 64).
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Goles: No hubo.
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Árbitro: El guipuzcoano Daniel Palencia amonestó a los rojillos Barea (m. 17), Marino (m. 21), Novoa (m. 39), Pascual (m. 41), Juan Gutiérrez (m. 44), Eto'o (m. 77) y a los visitantes Duk (m. 17).
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Incidencias: 2.839 espectadores se dieron cita en Mendizorroza, de ellos 300 seguidores del Leganés; la peor asistencia de público en los cuatro partidos que se han jugado en Vitoria.
Fran Justo repitió once inicial salvo el portero, un cambio obligado al estar convocado Nikic con Montenegro. Por unas u otras circunstancias no había sido habitual en jornadas precedentes contar con los mismos futbolistas de campo y el técnico confió en los hombres que partieron desde el comienzo en Zorrilla. Carlos Fernández, finalmente, se quedó fuera de la convocatoria definitiva por problemas físicos. Era duda.
La consigna dentro de los muchos partidos que se juegan en uno era no encajar en el primer tramo de encuentro, que era lo que había sucedido en choques anteriores. No se habían cumplido 46 segundos cuando tras una errónea salida de balón, el foráneo Miguel tuvo una oportunidad clarísima. Juanpa desvío su chut a córner para evitar el 0-1.
Unos cuantos minutos después, un saque de esquina botado al segundo palo que remató Martín para que despejara un defensa visitante desde el área pequeña estaba siendo la única acción digna de mención en esta fase por parte de un conjunto rojillo que debía extremar la precaución con las pérdidas de balón en el centro del campo. Propiciaban las rápidas llegadas de un Leganés que siempre generaba mucho más peligro que los locales en ataque estático.
Pero lo que son las cosas, un fallo de la defensa pepinera, provocó el robo de balón de Pablo Pérez, quien cedió al espacio para que apareciera El Jebari; éste asistió a Bauza, quien completamente solo únicamente tenía que empujar la pelota para hacer gol y, sin embargo, su tiro se fue por encima del larguero.
Era el minuto 26 y con lo que le cuesta al Mirandés generar en ataque cuando actúa como local, no se pueden desperdiciar esas ocasiones tan claras. Estaban empatados a oportunidades.
Con el paso de los minutos, los de casa se habían hecho con el control del encuentro al aprovechar una presión, en momentos, alta ante un contrario que esperaba pertrechado en su campo a la espera de aprovechar un fallo en la entrega o de ganar algún duelo con jugadores como Diawara en la medular o Duk, escorado en una banda, ambos muy físicos. Ganaban las disputas.
El Leganés no volvió a llegar a los dominios de Juanpa hasta el minuto 40, cuando precisamente Duk lanzó una falta directa, el meta no se hizo con el balón, pero rechazó en la segunda jugada. La primera parte terminó con el cuero en el área mirandesista por varios saques de esquina y faltas que acabaron sin consecuencias. Los rojillos no habían aprovechado los minutos buenos que tuvieron en esos 45 y, además, el árbitro, el guipuzcoano Daniel Palencia, se erigió en protagonista no deseado.
No es lógico que en un partido prácticamente de guante blanco, los mirandesistas se vayan al descanso con cinco cartulinas amarillas, casi medio equipo, lo que siempre merma la capacidad de los futbolistas para lo que resta de partido. Parecieron demasiadas por mucho que algunas estuviesen justificadas.
Si en el primer periodo el Mirandés falló una ocasión muy clara, el segundo empezó con otra todavía más nítida para haberse adelantado en el marcador. Petit ganó un balón de cabeza para asistir a El Jebari, pero éste quiso ajustar tanto cuando se encontraba solo frente a Soriano, que envió la pelota al poste. Otra jugada desperdiciada. Es dar demasiada ventaja en esta categoría a un rival que quiso responder con un disparo ajustado de Fran Cruz.
Marino la puso de falta pero Iker Córdoba cabeceó a las manos del cancerbero. En una contra, El Jerabi estuvo cerca de marcar, pero la pelota se fue a córner. Ahora el Leganés dominaba y el Mirandés salía en transicciones, que es lo que mejor le va al menos de momento. Aunque queda trabajar para perfeccionarlas porque la mayoría de las veces el jugador del Mirandés se encontraba sin ayudas.
Justo quiso dar más mordiente al ataque y llamó a Eto'o en sustitución de Petit. Quedaba media hora. Mientras tanto, el eslalón de Juan Cruz se quedó sin premio para los blanquiazules después de tirar desde la frontal.
Se contabilizan dos llegadas muy claras. Pues en la tercera, tampoco. Bauza cedió a Pablo Pérez, quien tras correr por su flanco, tiró mansamente a la manos del guardameta en una posición muy franca.
Marí, en punta, y Thiago en la medular intentaron dar refresco a un equipo que buscaba los primeros puntos como local. Se resistían. Diawara llevó el susto a la grada jabata al chutar al lateral de la red, al igual que cuando Naim tiró cruzado. El Leganés apretaba, el Mirandés parecía que se conformaba, se le estaba haciendo un poco largo el partido porque muchos de sus futbolistas parecían estar desfondados y no hubo tantos para nadie.
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