Al Mirandés le llega un partido para recuperar sensaciones

El contrario es un Deportivo al alza, que llega en su mejor momento desde que ascendió de Primera RFEF, pero esta campaña ha quedado suficientemente demostrada la fortaleza del equipo rojillo en el Municipal. «Esa energía que se transmite entre la afición y el equipo es muy positiva, nos da mucho y hay que seguir en esa línea», comentaba Raúl Fernández, el más veterano del vestuario, uno de los capitanes y, por lo tanto, la voz más autorizadas de la plantilla más joven de la categoría.

Los dos partidos seguidos sin puntuar han llegado en las jornadas 33 y 34, todo un récord para el modesto Mirandés, y se han producido fuera de su hábitat natural. Toca regresar a casa, en un día y a un horario, el domingo a las 18.30 horas, inmejorable para que Anduva presente sus mejores galas, como así va a ser al no quedar entradas desde el pasado lunes, con el fin de que la comunión entre el elenco de jugadores y la hinchada permanezca intacta.

Que los de Lisci se hayan quedado con el 82% de los puntos que se han puesto en juego esta campaña en Miranda (42 de 51) es un bagaje que invita al optimismo. Tanto la afición como la propia plantilla son conscientes de ello y a esto se aferran para aspirar al sueño. Así se refleja en las manifestaciones que han ido realizando los jugadores que, por su experiencia en el fútbol profesional, más peso tienen en la caseta.

Enfrente, se encontrarán con un Dépor de ilusiones renovadas. Tiene la salvación prácticamente amarrada con 48 puntos. Sólo una catástrofe impediría a los blanquiazules seguir en el fútbol profesional.

El defensa central Pablo Vázquez (30 años) fue quien habló ayer en La Coruña en rueda de prensa. Acerca de sus objetivos tira del tópico de ir partido a partido y tiene claro que el 'play off' no es el objetivo de la plantilla. «Es la realidad, hay equipos con muchos más puntos, que apretarán ahora estos ocho partidos. Nosotros tenemos la ilusión de ir a ganar a Miranda. Ese es nuestro objetivo», manifestó.

Y advirtió que todavía no está «la permanencia sellada. No nos podemos relajar ni un ápice». En la capital coruñesa existe, sin embargo, ilusión. Y Vázquez lo comprende al admitir que «entiendo a la gente, pero apelo a la prudencia. Es ponerse un objetivo poco alcanzable. Que la gente tenga ilusión es bonito, pero vamos a lo nuestro». Reconoció que la derrota contra el Mirandés en Riazor (0-4) fue un duro golpe. A ver si se la devolvemos».

Respecto a la escuadra jabata, indicó que «es uno de los mejores equipos de la categoría, sin duda. Exigen tácticamente muchísimo al rival. He visto bastantes partidos de ellos porque gusta ver ese despliegue que tienen. Además, saben leer cada momento de partido, saben cuándo juntarse, cuándo apretar arriba… Un rival muy completo y más en su campo, que son unos fieras allí y no se dejan casi puntos. Es un equipo que está peleando por ascender y que te va a exigir el máximo. Se lo vamos a competir. A ver si aprovechamos esas dinámicas cambiadas, ellos llegan con dudas y nosotros con carrerilla».