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Butzke fue titular por primera vez. LaLiga
El Mirandés se desinfla
Sporting 3 - 1 Mirandés

El Mirandés se desinfla

El conjunto rojillo suma su cuarto partido sin ganar y sale goleado de El Molinón

Ángel Garraza

Gijón

Viernes, 18 de abril 2025

El Mirandés cumplió su cuarto partido sin ganar y salió goleado de El Molinón tras ser apabullado en la primera mitad, recibir el segundo gol nada más empezar la segunda y el tercero casi en el 90. Los dos últimos, obra de Gelabert, el exrojillo que no dudo en celebrarlo, incluso delante de la afición rojilla, una torpeza sublime.

Un punto de los últimos 12 es el bagaje de un equipo que pierde fuelle en el momento definitivo del curso. Tercera derrota consecutiva fuera de casa y aunque tuvo momentos para haber marcado, en los decisivos fue inferior. No supo acertar.

Sporting

Yáñez; Kevin Vázquez (Guille Rosas, m. 75), Maras, Róber Pier, Cote (Diego Sánchez, m. 67); Olaetxea, Nacho Méndez; Dubasin, Gelabert (Nacho Martín, m. 86), Nico Serrano (Pablo García, m. 75) y Otero.

3

-

1

Mirandés

Raúl Fernández; Hugo Rincón (Ander Martín, m. 88), Juan Gutiérrez, Postigo, Egiluz (Álex Calvo, m. 70 ), Iker Benito; Gorrotxategi, Reina (Joel Roca, m. 70), Lachuer; Butzke (Izeta, m. 70 ) y Panichelli.

  • Goles: 1-0, m. 34: Postigo (propia puerta); 2-0, m. 48: Gelabert; 3-0, m. 85: Gelabert; 3-1, m. 93: Panichelli.

  • Árbitro: el murciano Sánchez López amonestó con cartulina amarilla a Raúl (m. 34).

  • Incidencias: 22.642 espectadores, de ellos unos 800 rojillos según confirmaron desde el Sporting. Un ambiente espectacular. El equipo mostró una camiseta de Homenchenko en su recuerdo por la muerte de su madre. Se guardó un minuto de silencio por el exjugador sportinguista Abel Díez, fallecido recientemente.

La principal novedad que planteó Alessio Lisci en la alineación fue la presencia de Butzke por vez primera en el once inicial. El jugador que se incorporó en el mercado invernal intervino desde el pitido inicial junto a Panichelli. A los cuatro minutos de juego batió a Yáñez, pero se encontraba en un claro fuera de juego. Cuando el rival tenía la pelota era el hombre más adelantado, con el punta argentino más cerca de los centrocampistas. Además, el experimentado Postigo estuvo entre los elegidos.

Enfrente, un Sporting con los exrojillos Nico Serrano por el costado izquierdo y Gelabert ejerciendo de enganche entre los medios y el ariete, donde más le gusta jugar. Y extremando su vigilancia sobre Gorrotxategi, un aspecto nada baladí, que le pidió su entrenador.

A los siete Raúl Fernández se lució para impedir el gol rojiblanco precisamente a tiro del extremo, idéntica situación que se vivió nueve minutos después.

El cuadro gijonés había entrado con una marcha más. Robaba rápido ante la lentitud de los efectivos rojillos, como cuando Gelabert asistió a Nacho Méndez para que chutara ligeramente desviado.

Tres llegadas claras había protagonizado el bloque local, muy enchufado en el encuentro. La cuarta, por medio de Gelabert, que se llenó de balón cuando estaba solo ante el cancerbero rojillo. Tiene miga que los dos exmirandesistas fueran los más incisivos en el arranque.

A los que se sumó Otero. Su lanzamiento iba a gol, pero allí estaba, una vez más, Raúl. Fue un tiro centrado. El Mirandés aguantaba como podía el chaparrón. Minutos antes del inicio del partido cayó sobre Gijón en forma de agua y desde las 19 horas sobre el verde de El Molinón en cuanto a avasallamiento local.

Les duraba poco la pelota en su poder ante la presión del rival y la lentitud propia. El centro del campo era superado una y otra vez por Olaetxea, Nacho y Gelabert, . No se entiende que el Sporting se encuentre clasificado en una posición impropia de sus objetivos jugando así y con un público tan entregado. El efecto Garitano estaba surtiendo efecto.

Hasta que llegó el gol tras defender mal un balón parado. Raúl no puede despejar al ser obstaculizado por sus propios compañeros y Postigo se marcó en propia puerta.

Los rojillos no habían tirado entre los tres palos. Panichelli remató flojo de cabeza en el 37 en la única aproximación con peligro desde que Butzke anotara en fuera de juego en el minuto 3. A continuación, también con la testa, lo intentó Iker Benito, pero sin peligro.

Hasta que en el 41, una internada del futbolista cedido por Osasuna, derivó en una asistencia a Panichelli. Remató raso para que Yáñez evitara el tanto rojillo. La pelota se colaba dentro en la ocasión más clara de todo el primer tiempo por parte visitante.

Que acabó el primer tiempo en el área rival. Un córner botado por Lachuer fue peinado por Butzke y Panichelli, en línea de gol no pudo llegar por muy poco. ¿Fue agarrado? En el VAR se revisó pero no vieron nada punible.

Los últimos instantes en los que el cuadro jabato dio un paso al frente y llegó de forma clara en dos jugadas era una invitación a la esperanza. Había sido superado durante más de 35 minutos, pero el partido estaba abierto. Eso sí, tenía que haber reacción en la segunda mitad.

Pero lo que hubo fue el segundo gol del Sporting, obra de Gelabert que desde fuera del área batió a Raúl, lo que el exrojillo celebró por todo lo alto.

Si se deseaba una remontada, algo que ya ha protagonizado el Mirandés, lo que llegó fue el mazazo. Iker Benito quiso responder posteriormente, pero su chut se fue desviado, al igual que otro seguido de Lachuer y un tercero por parte de Reina.

Pasó a dominar, quizás algo tarde. Un 2-0 en contra fuera de casa, es siempre una losa muy grande. Butzke lo probó con mucha intención, pero rechazó Yáñez, el balón fue a Lachuer, pero se topó con el larguero. No había ni suerte.

Lisci introdujo tres cambios a falta de 15 minutos para el final. Álex Calvo, Izeta y Joel Roca entraron para aportar frescura ofensiva en el tramo final. Hubo llegadas, el balón se paseó por el área pequeña, algún centro chut... pero sin rematador.

El rival, ya fatigado, esperaba en bloque bajo y la puntilla se produjo en el minuto 85, obra otra vez de Gelabert en una contra. Además, fue a celebrarlo junto a la grada donde estaban los seguidores rojillos. Quizás no se dio cuenta, pero un jugador profesional debe cuidar esos detalles. El tanto de Panichelli en el último minuto sólo sirvió para maquillar algo el resultado

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