El Mirandés deberá recomponer una vez más la defensa para los seis últimos partidos

Si no juega en A Malata –que está por ver, al no estar descartado a día de hoy– lo hará en el siguiente compromiso frente al Valladolid en Anduva para ocupar el carril izquierdo de la zaga. En cualquier caso, el cuerpo técnico tendrá que afrontar una nueva reestructuración de la línea de retaguardia tras la baja definitiva de Pablo Ramón, un puntal, fijo e indiscutible, por el centro.

Pablo Tomeo fue quien entró en su lugar en el anterior partido a pesar de que en el banquillo se encontraban dos centrales naturales como son Barbu y Verdasca. El futbolista aragonés cumplió, como ya lo había hecho en el duelo anterior en Oviedo. En el Carlos Tartiere jugó 77 minutos al ser sustituido tras ver una tarjeta amarilla y en el derbi disputó la última hora tras reemplazar al lesionado Pablo Ramón en el 34.

Todo apunta a que si entra en la alineación contra el conjunto verdiblanco dentro de dos días lo hará para desempeñar la función de central. De hecho, parece una de las opciones más factibles para lo que queda de curso, seis encuentros, siempre a tenor de lo que ha decidido el preparador italiano las dos últimas semanas.

«Me peleo donde haga falta. Lo importante es la actitud», señalaba este jueves, cuando se le preguntaba por su nueva posición, en la que había jugado «bastante hasta juveniles». En los ensayos, los técnicos, al igual que al resto en sus respectivas demarcaciones, le hacen indicaciones para desenvolverse atrás.

La enésima reestructuración conllevará concretar si mantiene a los miembros que ocuparon la línea que fijó el romano tras la salida forzosa del terreno de juego del compañero cedido por el Real Madrid, con Barcia y Tachi, éste alternando la ubicación de pivote con la de central en función de si atacaba uno u otro.

O bien se decantará por la entrada, de nuevo, de Barbu, de quien echó mano con anterioridad para formar una zaga con tres por el medio. Había sido titular en los seis últimos compromisos hasta la llegada del cuadro burgalesista a Anduva.

Parece claro que por las características de Tachi, Lisci apuesta porque el de Fuenlabrada haga la función que ya realizó, y más tras comprobar que lo ejecutó de forma tan exitosa, ante el rival vecino. Con dos centrales, más él. Se convierten en tres en muchas fases del juego.

El óptimo estado en el que se encuentra Juan María, actuando ahora a pierna cambiada, es la enésima reestructuración, que tiene visos de continuar. Ha sido titular en los tres últimos choques, en los que ha marcado un gol (al Sporting) y dado posteriormente la asistencia a Gabri para que empatara en Oviedo.

Tras la salida al Espanyol de Rubén Sánchez (sigue sin jugar prácticamente nada al no llegar ni a 90 minutos disputados, en total, en la segunda vuelta en el Espanyol pese a que en el Mirandés era el inquilino habitual del costado derecho) se produjo un vacío que al principio se intentó cubrir con la incorporación de Mendes. Pero hace ya tiempo que no aparece sobre el césped en partidos oficiales.

Se espera a Jonathan para el choque del lunes. En caso contrario, Juan María se ubicaría por la izquierda y habría una vacante por la derecha. Sea como fuere, lo que es seguro es que habrá una nueva recomposición de la zaga.