El Mirandés coge ventaja hacia Primera
Viajará al Carlos Tartiere tras ganar por un gol que marcó Reina en la primera llegada al área rival del partido y realizar, después, un ejercicio de resistencia
El conjunto rojillo fue fiel a lo que ha sido durante toda la temporada. Volvió a hacer de Anduva un fortín en esta oportunidad en ... la final y salió victorioso del partido de ida. El mejor equipo como local de la categoría no dejó escapar el triunfo y le bastó un tanto de Reina en la primera llegada al área rival del partido y que el meta Raúl Fernández se hiciera enorme en la portería para detener un penalti en el minuto 85 que puede valer muchísimo.
Este extraordinario Mirandés viajará al estadio Carlos Tartiere con ventaja en el marcador, lo que es importantísimo. Allí espera una durísima batalla, pero la primera la ganó el bloque de Lisci que sigue soñando en grande y que lo tiene todo para alcanzar la mayor gesta de la historia de la entidad. Al igual que el jueves, el equipo dio la vuelta al campo recibiendo una atronadora ovación de una hinchada que, con independencia de lo que suceda este próximo sábado en Oviedo, le agradece lo mucho que le ha hecho disfrutar en una temporada para el recuerdo. Imborrable.
Mirandés
Raúl; Hugo Rincón, Tomeo, Egiluz, Parada, Iker Benito (Postigo, m. 90+2); Gorrotxategi, Reina (Julio Alonso, m. 90+2), Lachuer (Tachi, m. 90+2); Izeta (Joel Roca, m 76) y Panichelli.
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Oviedo
Aarón; Nacho Vidal (Paulino, m. 89), Luengo, Dani Calvo, Rahim; Hassan (Alemao, m.89), David Costas, Sibo, Colombatto (Lucas, m. 88); Paraschyv (Fede Viñas, m. 67) e Ilyas (Álex Cardero, m. 76).
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Gol: 1-0, m. 3: Reina.
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Árbitro: El navarro Galech Apeztegia amonestó a los visitantes Luengo (m. 45), Nacho Vidal (45+3) Alemao (m. 78), Colombatto (m. 80) y a los locales Hugo Rincón (m. 81) y Alessio Lisci (m. 81).
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Incidencias: 5.409 espectadores se dieron cita en Anduva, cerca de 500 oviedistas.
El duelo no pudo empezar mejor. No se había cumplido el tercer minuto de juego y Reina ganó en el salto a su par para hacer gol de cabeza a pase de Iker Benito. Era la primera aproximación del Mirandés al área de Aarón Escandell y cogía ventaja en la final. Ni en el mejor guión estaba escrito tan buen comienzo menos de tres días después de la semifinal.
Importante este hecho si se tiene en cuenta que los rojillos encaraban la ida de la eliminatoria final con un día menos de descanso y de preparación. Ésa y un disparo de Reina que rechazó el meta fueron las ocasiones de los locales. Por ninguna de los visitantes, que no pudieron chutar entre los tres palos en los primeros 45 minutos.
Al Oviedo, que en muchas fases del encuentro jugaba con tres centrales (Costas, Dani Calvo y Luengo) al igual que el Mirandés, no le entraron las prisas, consciente de que el ascenso a Primera se juega durante más de 180 minutos.
Lisci puso en liza el mismo once inicial que el jueves ante el Racing porque creyó que era lo más conveniente; son jugadores que se encuentran en un óptimo estado de forma en este tramo final y decisivo y porque el jueves, se ganaron repetir.
Paunovic salió con el exmirandesista Ilyas por dentro, Hassan y Paraschyv cerca de él en una línea ofensiva que en la primera parte apenas generó peligro. Un disparo lejano desde fuera del área de Chaira (tuvo después un cabezazo que había sido invalidado por falta previa) y un testarazo en el añadido que acabó sin consecuencias es lo único que le permitió el Mirandés, que tenía controlado un choque táctico y áspero, que se había puesto de cara muy pronto.
Fue menos abierto que el anterior que acogió Anduva. Ya se preveía. El cuadro carbayón no es el Racing y se trataba del choque de ida.
Raúl Fernández detuvó un penalti a Colombatto en el minuto 85 tras un ligero agarron a Hassan
Sin aproximaciones peligrosas transcurría la segunda mitad, hasta que Hassan conectó de cabeza un balón que se le fue por encima del larguero en la llegada más clara de los visitantes. Los de casa no quisieron ser menos y un trallazo de Izeta, desde lejos, provocó la intervención de la tarde de Aarón al enviar a córner una pelota que se colaba.
Eso espoleó a la grada, que se vino arriba. Ya se sabe, los minutos de acoso y derribo de un Mirandés que en estos periodos de tiempo avasalla al rival y saca mucho rédito. Varios saques de esquina consecutivos embotellaron al contrario en su área, aunque esta vez sin más incidencia que destacar.
Los asturianos volvieron a dominar después, sin crear acciones claras de gol. El Mirandés defendía bien y con orden.
Joel Roca dio refresco a Izeta a falta de un cuarto de hora y en el 80, se produjo la jugada polémica por un supuesto agarrón a Hassan dentro del área del Mirandés. Lo hubo, pero ¿suficiente para pitar pena máxima? Galech Apeztegia lo vio en el VAR y decretó penalti.
Y apareció Raúl Fernández. Detuvo el lanzamiento de Colombatto. Anduva volvió a estallar, esta vez no por un gol, pero casi, porque suponía seguir con ventaja en la final.
Siete minutos de añadido para que se incorporaran Tachi, Postigo y Julio Alonso, dos centrales y un lateral para amarrar el triunfo con el que viajar al Carlos Tartiere. Lo cierto es que el Oviedo careció de ideas durante gran parte del compromiso, no supo penetrar por las líneas rojillas y, salvo el penalti, no estuvo cerca de batir al cancerbero bilbaíno.
El Mirandés realizó un ejercicio de resistencia en el tramo final. No pasó apuros, es verdad, aunque la incertidumbre por tener un solo gol de ventaja siempre está ahí. No se movió el electrónico y los de Lisci van por delante en la final. No es, ni mucho menos, definitivo, pero sí fundamental para encarar el choque más importante de la historia del club este sábado.
Este equipo está a un paso de ser leyenda no sólo en Miranda sino en el fútbol nacional. Ya ha hecho historia y está a un partido de convertirse en inmortal.
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