El Mirandés amarró ante los equipos de 'play off' el 55% de los puntos

Anduva fue un fortín y la intención es que continúe siéndolo en una fase de ascenso que arranca para los rojillos el domingo, después del Almería-Oviedo programado para un día antes.

De los nueve puntos que se pusieron en juego en tierras mirandesas ante los tres rivales que jugarán la última competición del fútbol español este mes de junio, los de Lisci se han quedado con siete. Ganó al Oviedo por un gol a cero. Panichelli, desde el punto de penalti, fue el autor del tanto ante el bloque carbayón.

Superó al Racing volteando el marcador, ya que Mario García adelantó a los visitantes, si bien Izeta y Manu Hernando, en propia puerta, establecieron el definitivo 2-1. Y no pudo pasar de las tablas contra el equipo almeriense, que sufrió de lo lindo para arrancar un punto pese a su millonario presupuesto.

La fortaleza de Anduva, que el Mirandés pretende mantener en los cruces decisivos y que debe llegar con la solidez que, por ejemplo, exhibió en Los Campos de Sport de El Sardinero. Con un hombre menos por la expulsión de Tachi en el minuto 75 ante un contrario que entonces marchaba en cabeza, el allí equipo foráneo terminó adjudicándose los tres puntos merced a un gol de Reina en el 89. En Santander se pudo comprobar la casta de este conjunto además de otras muchas virtudes.

Ese Mirandés, con las características que mostró en campo cántabro, es el que intentará plantarse este domingo sobre ese mismo terreno de juego.

Perdió por 4-1 en el estadio Carlos Tartiere en su peor partido ante los adversarios que continúan la temporada en un duelo que se disputó al principio del curso con el bloque aún sin ensamblar y con alguna decisión arbitral polémica que derivó en un resultado demasiado abultado para lo que se vio sobre el verde.

También perdió en Almería (1-0), pero en un notable partido de los rojillos al tener sobre las cuerdas al que en aquella jornada lideraba la clasificación. Pudo haber sacado un mejor resultado y, asimismo, hizo méritos para ello al embotellar en la segunda parte al rival andaluz.