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Ángel Garraza
Domingo, 3 de marzo 2024, 18:47
La reacción se quedó a medias. Insuficiente. Los rojillos pagaron el pésimo primer tiempo en el que encajaron dos goles cuando, en ese periodo, mostraron la peor cara que ya se había visto en tramos de la primera vuelta del campeonato. El penalti transformado por ... Carlos Martín cuando quedaba casi todo el segundo tiempo por delante no tuvo continuidad pese a la mejoría detectada en los segundos 45 minutos. El Mirandés encerró al rival en su área en la recta final, pero salvo en una acción de Lautaro no dio mucha más sensación de peligro. Cuarta derrota consecutiva y los fantasmas, lejos de alejarse, llaman a la puerta.
Tenerife: Juan Soriano; Mellot, Sergio González, León, Fernando Medrano (Nacho, m. 84); Álex Corredera, Aitor Sanz (Sipcic, m. 36); Luismi (Teto, m. 84), Roberto López, Yanis (Waldo, m. 69) y Enric Gallego (Ángel, m. 69).
Mirandés: Ramón Juan; Mendes (David Vicente, m. 58), Pablo Ramón, Barcia (Barbu, m. 89), Jonathan Gómez; Tomeo (Lachuer, m. 46), Reina; Ilyas Chaira, Gabri (La Gumina, m. 46), Álvaro Sanz (Lautaro, m. 71) y Carlos Martín.
Goles: 1-0, m. 22: Enric Gallego (penalti); 2-0, m. 29: Luismi; 2-1, m. 49: Carlos Martín (penalti)
Árbitro: El madrileño Moreno Aragón amonestó a los rojillos Mendes (m. 13), Pablo Ramón (m. 37), Lachuer (m. 72) y Carlos Martín (m. 94) y a los locales Enric Gallego (m. 49), Yanis (m. 53), Teto (92).
Incidencias: 13.692 espectadores se dieron cita en el estadio Heliodoro Rodríguez López. El partido estuvo parado varios minutos para atender a una persona en la grada.
El tiro que realizó desde fuera del área Gabri cuando no se había cumplido el minuto y medio de partido solo fue un espejismo. No se volvió a repetir. Todo lo contrario. El Mirandés se ahogaba en la isla ante la presión alta que ordenó Garitano a sus futbolistas. Sin capacidad de sacar el balón jugado ni de traspasar en más ocasiones la línea medular, se dedicaba a verlas venir. En los primeros instantes, exhibió cierto orden defensivo hasta que un penalti cometido por Álvaro Sanz propició el gol de Enric Gallego. Ramón Juan adivinó el lado pero le faltó brazo para llegar a esa pelota.
Quedaba mucho tiempo para reaccionar y poner en aprietos a la zaga local, pero salvo un tiro desde 40 metros de Mendes (había visto cartulina amarilla en el minuto 13) no se acercó a los dominios del meta Juan Soriano.
El exrojillo Yanis no llegó por poco a un balón en el área pequeña y en la siguiente jugada, Luismi Cruz se marcó un zurdazo impresionante desde el borde del área para hacer el 2-0 ante un Mirandés muy, muy tocado.
Muy frágil en defensa, totalmente inoperante en ataque y sin centro del campo ni para contener ni para crear ante un Tenerife que tampoco es que pisara en exceso el acelerador. Le bastaba con presionar arriba.
Un conjunto rojillo irreconocible. O más bien muy parecido al que en la primera vuelta encajó de tres en tres goles en varios encuentros consecutivos. Un bloque al que le afecta muchísimo encajar el primer gol, timorato y con jugadores que han sido importantes en el primer tramo de campeonato que se encuentran en un estado muy bajo de forma.
Mal pintaba el segundo tiempo, así que Alessio Lisci movió el banquillo en el descanso. Tomeo, que había vuelto al once inicial, se quedó en los vestuarios, al igual que Gabri (un fijo los 90 minutos de los partidos), lo que provocó la entrada de Lachuer en la sala de máquinas y de La Gumina en ataque. Carlos Martín se desplazó al costado izquierdo para meterse posteriormente por dentro. No había jugado ahí en el Mirandés, si bien es una demarcación en la que en el cuerpo técnico creen que puede ser, también, importante. Lachuer se quedaba como ancla y Reina y Álvaro Sanz a los costados, por delante.
Pablo Ramón es uno de los pocos efectivos que no ha bajado el nivel y fue el que provocó el penalti en el minuto 49, al ser trabado por Gallego cuando intentaba rematar, una jugada que daba esperanzas al Mirandés de meterse en el encuentro. Carlos Martín recortó distancias en la segunda pena máxima que transforma lejos de Anduva esta campaña. Había partido, con casi toda la segunda mitad por delante.
Es necesario que sumen todos los efectivos de la plantilla, entre ellos David Vicente, que ayer jugó durante media hora en sustitución del amonestado Mendes. El duelo, al menos, se había igualado. La salida de balón era más aseada, también el rival presionaba ya menos y tras pérdida había afán por recuperar rápido el esférico.
Las ocasiones, sin embargo, no se sucedían ante el marco del cuadro insular pese a ir por detrás en el electrónico, aunque tras el tanto podía preverse lo contrario. Fueron los chicharreros los que merodearon el gol; Luismi tuvo el tercero, pero Jonathan Gómez, providencial, desvió a córner.
Lautaro se sumó por un fatigado Álvaro Sanz para ubicarse cerca de La Gumina, pero lo que llegó fue una clara oportunidad para el recién incorporado Waldo, que abortó Ramón Juan con el pie. Los mirandesistas habían mejorado, pero no se aproximaban con peligro, salvo en una contra en la que el balón se le quedó atrás a Gómez.
Pablo Ramón se incorporó con más asiduidad al ataque en la recta final. Un pase filtrado a punto estuvo de culminarlo Lautaro, pero se topó con el portero contrario en la llegada más clara, al margen del penalti, de todo el choque para el equipo de Miranda. En la contra, el saque de esquina del Tenerife fue salvado por Ramón Juan mediante otra ágil estirada con el pie derecho; el balón se colaba en la portería rojilla. Una parada salvadora del meta jabato ya en el tiempo de prolongación. La reacción se quedó a medias pese a que se añadieron 9 minutos.
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