Un equipo tan convencido de su potencial que se vuelve imparable
El vestuario rojillo no ha dudado ni un momento de su propuesta sobre el césped y encara la final con optimismo
Toni Caballero
Domingo, 15 de junio 2025, 00:04
El 25 de enero de 1964, Phil Knight y William Bowerman fundaron Blue Ribbon Sports, una empresa de calzado para correr que pasaría a llamarse ... Nike en 1971. El propio Knight se convenció a sí mismo de que se podían crear mejores zapatillas para correr cuando estaba desarrollando su carrera universitaria en Estados Unidos, a la vez que formaba parte del equipo de atletismo. Lo vio claro, al igual que Jeff Bezos cuando abandonó Wall Street para fundar una startup de venta online de libros usados con, según sus previsiones, un 70% de posibilidades de que el proyecto acabase fracasando. Todo el mundo sabe cómo acaba la historia de Amazon.
El leitmotiv de esta introducción se basa en que, actualmente, el entorno que nos rodea trata de influirnos y convencernos de algo constantemente. La publicidad, los influencers, las marcas; un bombardeo continuo para que consumas determinados productos o adquieras una determinada posición. Sin embargo, los mayores éxitos vitales suelen ir acompañados de el autoconvencimiento propio o, lo que es lo mismo, la confianza total en lo que uno hace o puede hacer.
Este es el paisaje en el que el Club Deportivo Mirandés se ha hecho fuerte en la presente temporada. Una plantilla joven, con piernas para dar y tomar, y que absorbe términos tácticos con las cinco comidas diarias. Un conjunto que ha adquirido una madurez reseñable durante todo el curso, que sabe plantarse en cualquier escenario y proponer condiciones, pero también sufrir y adaptarse a las necesidades del choque.
Hasta el momento, ni se ha caído ni se ha rendido en la búsqueda de un milagro que hace semanas ya se ha tornado en sueño alcanzable. El hambre y ganas de los futbolistas se ha canalizado perfectamente en el discurso de Alessio Lisci y su equipo, limitando las pretensiones a un partido vista, el cholismo rojillo, para no perder el foco competitivo. Así, han ido consiguiendo pequeños hitos hasta verse a un sólo empujón de la cima del Everest de Primera.
Sin embargo, cabe destacar que el vestuario mirandesista sigue centrado en el mismo discurso que lanzaron antes del choque con el Almería; el mismo que continuaron repitiendo tras no lograr el ascenso directo en Cartagena una semana más tarde, y uno idéntico al que deslizaron tras ver que se escapaba el triunfo en El Sardinero en los últimos segundos.
Tras arrasar al Racing de Santander en el partido de vuelta en el fortín de Anduva, la plantilla sigue con el mismo mensaje tatuado en la cabeza para encarar hoy la ida de la final por el ascenso con el Real Oviedo: «¡Vamos a por ellos con todo y sin miedo!».
Ni siquiera el golpe moral recibido en Santander puso en duda una hoja de ruta incuestionable dentro del vestuario. El trabajo diario y la propuesta de IlCapitano ha ido sumando soldados a su causa hasta lograr un ejército de miles en la ciudad. El autoconvencimiento es el mayor arma de un vestuario que cree a pies juntillas en lo que está mostrando sobre el césped y sabe que puede seguir mejorando, que no tiene techo.
Ahora, de nuevo, el escuadrón jabato vuelve a juntar filas, espalda con espalda, en busca del último hito de la temporada. Ya no vale el empate al final del cruce; el Real Oviedo ha sido el tercer mejor visitante de la división de plata, puntuando en 17 de sus 22 partidos a domicilio (incluyendo el resultado de 'play off'); también es uno de los mejores locales de la categoría con sólo 4 derrotas en la veintena de jornadas disputadas en casa; y estará arropado en el choque de vuelta por más de 30.000 almas que ansían volver a la élite del balompié nacional tras muchos años penando en el barro.
La respuesta del vestuario ante todos estos imputs es la misma que exteriorizó Sergio Postigo en un medio radiofónico nacional tras eliminar al Racing: «¿Y?, seguro que ya no nos van a subestimar». Nadie les tiene que convencer de que son capaces de hacerlo, pues ese discurso lo interiorizaron hace meses cuando apenas había jugadores para plantear las primeras jornadas ligueras; ahora el autoconvencimiento de la plantilla es total, sabe de la fiabilidad de su propuesta y de que su potencial les puede llevar a Primera desde hoy.
Números calcados
Enfrente, aguarda un conjunto Carbayón con estadísticas calcadas a los de Lisci. Contando temporada regular y postemporada, lo asturianos han cosechado un triunfo menos que los de Lisci, y tres empates más.
En cuanto al nivel goleador de ambas escuadras, el cuadro mirandesista tiene más pólvora arriba, 66 tantos a favor por los 59 del Oviedo hasta la fecha. Por el contrario, la solidez defensiva de los de Paunovic se hace evidente en los 44 goles encajados en 44 encuentros; el mismo número que los del Ebro.
Por último, cabe tener en cuenta que el fútbol, en muchas ocasiones, responde ante las inercias positivas o negativas, con lo que es importante alargar los buenos momentos al máximo para que todo siga saliendo de forma fluida. Así las cosas, el Mirandés encadena ocho encuentros sin perder de manera consecutiva con dos únicos empates, ante Almería y Racing, este último de visitante. Sobran razones para creer y todo el mirandesismo está más que convencido de que el blub puede ascender a Primera en unos días.
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