La confianza de la afición sigue intacta y se agotan en un día las 556 entradas para arropar al Mirandés en Gijón

La confianza sigue imperturbable. Ni las dos derrotas consecutivas a domicilio la han quebrado. Este Mirandés se ha ganado el derecho a creer en él pese a que sus números fuera de casa no tengan nada que ver con los que acumula en Anduva. Así lo estima una afición que ha respondido a la llamada para Gijón.

Este martes era el primer día hábil para adquirir las entradas con las que asistir al duelo entre el Sporting y el Mirandés, fijado para el día 18 de abril, Viernes Santo, a las 19 horas en El Molinón y las colas, que incluso salían al exterior, en plena calle La Estación, eran visibles durante buena parte de la jornada.

De tal manera que sólo ayer se despacharon las 556 localidades recibidas para la zona visitante al precio de 25 euros cada una. El plazo era hasta el próximo martes, 15 de abril, para retirarlas, pero se agotaron en un solo día.

La marea rojilla estará presente en la población asturiana. En esta demanda se incluyen las destinadas a las peñas, así que el Mirandés estará arropado en El Molinón.

«Está siendo una locura otra vez», comentaba personal del club este martes tras comprobar la respuesta que estaba dando la afición. Y es que son muchos los factores que propician que este desplazamiento esté altamente demandado.

En primer lugar, porque siempre recaba la atención de los mirandesistas. De peñistas e hinchas en general. Es un destino habitual en el que con frecuencia, salvo que lo impidan los horarios, acuden para presenciar el partido. Incluso, con un programa en el que se incluye una estancia de varios días.

Es lo que sucede en esta ocasión, peo todavía en mayor medida. El partido se juega en plena Semana Santa, periodo vacacional. Es en viernes Santo y son muchos los que aprovecharán para pasar un fin de semana largo en Gijón. Algunas personas que aguardaban en la cola ayer ya tenían reservada hasta una casa rural.

Siempre ha sido un destino atractivo, tal es así que las peñas se han desplazado años atrás también cuando ha tocado jugar contra el filial rojiblanco, el Sporting B, en una categoría inferior, y en otras instalaciones, como son las de Mareo, no en el estadio del primer equipo.

Al margen de esto, la trayectoria que mantiene al equipo instalado en una ilusionante cuarta plaza a pesar de los últimos marcadores adversos, invita al desplazamiento y a no dejar solo al bloque de Lisci. Ubicado en la zona noble, se le presentará una oportunidad para mejorar sus números como visitante.

Gijón –para medirse con un adversario en serio peligro de descenso al encontrarse con sólo tres puntos por encima del Eldense, su próximo rival este fin de semana– será el siguiente desplazamiento, un viaje que será masivo, pero a buen seguro que habrá más. El que tendrá lugar el sábado, 3 de mayo, a Eibar, uno mucho más corto y con aficiones hermanadas, contará, probablemente, con una respuesta mayor salvo que no haya entradas disponibles para satisfacer toda la demanda.

Es otro destino que cuenta con la aceptación de la afición jabata y dadas las actuales circunstancias, con más motivo todavía. Además, se disputará en sábado, a las 18.30 horas, un día y un horario que propician la salida de hinchas al 'vecino' Ipurua.

El último de Liga lo jugará en Cartagena, ante un rival que tiene casi los dos pies en 1ª RFEF. El viaje de seguidores rojillos dependerá de lo que tenga en juego el Mirandés. Ya se va planificando, en cualquier caso, con vistas a que en esa fecha el cuadro jabato esté en disposición de jugarse algo histórico si en las jornadas precedentes mantiene el tipo.

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