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María Ángeles Crespo
Domingo, 27 de abril 2025, 23:38
Aunque la frase sea recurrente y se haya dicho de manera reiterada, queda clarísimo que lo de decir que 'siempre nos quedará Anduva' es una ... verdad incontestable. Venían los rojillos de encadenar cuatro partidos sin conocer la victoria y el duelo del sábado, el derbi frente al Burgos, se afrontaba, tanto por parte del equipo como de la afición, como un duelo que tenía que servir para revertir la situación, tenía que convertirse en el que permitiera que el equipo cogiera impulso, dejara atrás la mala racha y se afianzara en su convicción de que, tal y como se cantó al acabar el partido 'sí se puede' estar en la pelea por el ascenso a Primera.
Sin querer quitarle a quien lo tiene desde hace décadas el sobrenombre de teatro de los sueños, está claro que el Municipal de Anduva también merece esa designación ya que en esta temporada el equipo está integrado por un elenco en el que muchos, por no decir todos sus componentes, merecerían en esta 'obra' que es la Liga, premios a la mejor interpretación.
En Anduva semana tras semana se está disfrutando con la manera en la que los jugadores rojillos se han metido en el papel de equipo revelación y aspirante a todo en esta complicada Segunda División, categoría en la que hay que pelear sin descanso porque nadie regala nada y en la que el nombre o la historia de los clubes que compiten no son argumentos suficientes para vencer. Que se lo digan por ejemplo a los seguidores de equipos como el Tenerife, en descenso, o el Zaragoza que pelea por no caer en los puestos que te abocan a él.
Para el Mirandés este año esa preocupación ha quedado arrinconada en el baúl de los recuerdos, y con lo que los seguidores se han encontrado desde el principio de la competición es con una ilusión que a medida que han ido avanzando las jornadas se ha convertido en un sueño del que nadie quiere despertar.
Una situación a la que se ha llegado fundamentalmente gracias a los resultados que ha conseguido el equipo en casa, es un territorio esta campaña vetado para la práctica totalidad de los rivales, y que lo está siendo entre otras cosas gracias al acierto anotador de jugadores como Panichelli.
En los derbis contra el Burgos en Segunda, ganados siempre por los rojillos en casa, una característica era que los goles acababan siempre en el zurrón de los delanteros del Mirandés, así que se esperaba que la tradición se mantuviera y las esperanzas de todos estaban puestas en el pichichi. Quedó claro que motivos había para confiar en Panichelli. El delantero argentino no faltó a la cita con el gol, marcó el que sirvió para abrir la lata y para que él igualara con esa diana el récord de máximo goleador rojillo en Segunda, que hasta ahora ostentaba Raúl García de Haro.
Con un extraordinario cabezazo hizo el momentáneo 1-0 y anotó su tanto número 19, una cifra que todo hay que decirlo está al alcance de pocos. El máximo artillero de la División de Plata es el jugador del Almería, Luis Suárez, que lleva en su haber 23, así que el delantero rojillo es el segundo en ese ranking.
Y si el que en el minuto 50 se convirtió en el primer gol para los rojillos en el derbi hizo disfrutar a la afición que se dio cita en Anduva, el que llegó en el 85 y se convirtió en el de la victoria llevó el éxtasis a la grada. Una sensación que inundó los corazones de los aficionados gracias al golazo de otro ariete, Joel Roca. La tradición de ver goles de los delanteros del Mirandés frente al Burgos se mantuvo, y todo Anduva disfrutó.
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