Anduva debe hacer justicia

Superó en todo, menos en el resultado final, al Almería. Ese balón que se fue al larguero o esas ocasiones que dispusieron varios efectivos jabatos podían haberse traducido en un gol. Un solo tanto habría supuesto que el modesto Mirandés estaría ahora en la nómina de equipos de Primera División.

Careció de fortuna como la que no tuvo este pasado domingo de San Juan en El Sardinero. El bloque de Lisci efectuó un formidable partido, repleto de personalidad y ambición y con las ideas muy claras. Fue mejor que su oponente, mereció más goles, pero en varios rebotes y con un gol en propia puerta al darle en la cara a Julio Alonso cuando el balón se iba fuera de portería, impidieron el triunfo de los mirandesistas en Santander.

El fútbol, una vez más, fue muy injusto con este equipo. Por si quedaba alguna duda al respecto, va a competir a tope en esta fase de ascenso. No le afecta no haber subido sin pasar por las eliminatorias. Al margen de lo que pueda ocurrir, este Mirandés hace mucho tiempo que se ha ganado el respeto de la España futbolística. Puede lograr la hazaña por el camino más largo, aunque en un principio se podía pensar que iba a ser demasiado largo.

Está suficientemente capacitado. En un ambiente tan hostil como el que vivió en el campo de Santander, no sólo dio la cara sino que hizo méritos para llegar al jueves con ventaja. Y amplia. Anduva debe ahora hacer justicia.

«Fuimos mejores de principio a fin», señala Alberto Reina, el capitán rojillo, quien sólo piensa, al igual que el resto de la plantilla, en «levantar la cabeza» después de admitir que «los detalles te penalizan. Es lo que nos pasó. Un despiste en un saque de banda».

Pero hay algo que tiene este equipo y que mantiene en el mes de junio: hambre. «Tenemos mucha ilusión y queremos que llegue ya el partido ante el Racing en Anduva a ver hasta dónde nos da».

Panichelli se expresaba en similares términos tras admitir que los detalles penalizaron, pero si algo queda claro, y esto es una sensación de la que presume todo el mirandesismo, es el orgullo que supone para todos ver competir a este equipo. «Estoy muy orgullo de la actuación colectiva y personal», se sincera el futbolista argentino una vez transcurrido el compromiso frente al Racing.

«Queda todo para decidirlo en Anduva con nuestra gente», recuerda el máximo goleador rojillo, no sin antes apuntar que «son partidos complicados, y más en los 'play offs'. Hacer tres goles en El Sardinero no es fácil». El '9' rojillo confía en sentenciar «ahora, con nuestra gente». Anduva deberá decidir.

Y lo hará «con nuestras armas, con la unidad que hay aquí. Durante la temporada supimos competir y en el 'play off' también lo estamos demostrando», apostilla el ariete. El equipo en el que milita esta campaña «siempre sale a ganar, en casa o fuera».

De esta forma, el Mirandés ha confirmado que sigue estando muy vivo a pesar de no haber conseguido el ascenso directo.

El objetivo es seguir demostrándolo esta semana, en el partido de vuelta. «Merecimos ganar este domingo y eso fue evidente. A partir de ahí, no quita que la vuelta será muy dura. Estoy confiado porque confío mucho en mi plantilla, pero estamos delante de un equipazo que juega muy bien y tiene buenos futbolistas y un gran entrenador. El partido será durísimo y muy difícil. Es un club que respeto muchísimo. Eso que quede claro», sostiene Lisci.

Quien prefiere quedarse con la lectura positiva: la de que fue superior al Racing en su estadio, en lugar de detenerse en que se perdió una ventaja de dos goles en la recta final del partido, lo que dejó una sensación agridulce si bien un empate en el choque de ida a domicilio de estos cruces siempre debe considerarse como positivo.

Anduva se prepara para vestirse con las mejores galas en la vuelta de la semifinal por el ascenso a Primera División que se disputará este próximo jueves a las 21 horas. Desde finales de la semana pasada ya no quedan entradas. De hecho, se agotaron en apenas unas horas las que se pusieron a la venta para las personas no abonadas. Algo más de 400 serán racinguistas. El resto, empujarán con el alma para que el Mirandés dé un paso más para conseguir el sueño.