Vecinos y comercios de Ronda de Ferrocarril se oponen a elevar la calle para evitar riadas en Miranda
Las aceras quedarían más de un metro por debajo de la carretera, separadas por un muro de hormigón y barandilla
Raúl Canales
Miércoles, 25 de junio 2025, 00:49
Las riadas que ha sufrido Miranda en los últimos años obliga a adoptar medidas para minimizar los efectos de las crecidas inesperadas del Ebro. El ... Ayuntamiento ha descartado la actuación que generaba más dudas, la colocación de un muro de contención a lo largo del cauce por su impacto visual. Sin embargo ha dado luz verde a otras ideas como la colocación de válvulas antirretorno, pozos de alivio y hasta la elevación de la calle Ronda de Ferrocarril. Pero los vecinos y comerciantes de dicha calle se oponen a una obra que entienden que no solo dejará sus negocios y portales «enterrados» sino que además no evitará las inundaciones.
El proyecto contempla la posibilidad de elevar más de 0,70 metros la actual carretera de Ronda de Ferrocarril y un tramo de Arenal. Así la acera quedaría por debajo de un muero y una barandilla, como ya sucede en un pequeño tramo. La diferencia es que a partir de ahora sería por más de cien metros «lo que complica la accesibilidad para los peatones de una forma que parece increíble que no se haya contemplado». Las terrazas de los bares la puerta de entrada a la farmacia o los portales, se verían afectados. «El problema no es que nos perjudique a nosotros, es que es una actuación que no es funcional», aseveran los comerciantes y vecinos en base a la opinión de los expertos a los que han acudido a pedir asesoramiento. «El embalsamiento de agua en el cruce entre las calles se produce por el retroceso del agua en caudales superiores a 1.000 metros cúbicos por segundo. Por debajo de esa cifra, no sale, y por encima la zona se inundará completamente por el agua superficial procedente del Ebro», explican. Por eso, estiman que es suficiente con cerrar, en caso de avenida, la entrada por el extremo del colecto que vierte al Ebro con una compuerta tajadera, medida que también está recogida en el proyecto.
Con los estudios en la mano, los afectados no dudan en tildar de «redundante» el pozo de alivio ya que si la compuerta está cerrada no tendrá agua para impulsar, y sobre todo, la elevación de las calles. «La posibilidad de que por lluvia se produzca un embalsamiento no se ha producido nunca. En el proyecto se justifica para garantizar que puedan circular vehículos en caso de que no funcione el pozo, pero es que el pozo tampoco hace falta», remarcan.
Para los vecinos y comerciantes de Ronda de Ferrocarril, es necesario valorar nuevamente algunas de las medidas planteadas para minimizar las crecidas del río antes de que se ejecuten actuaciones que perjudicarían a todos los residentes en esa zona sin tener garantías de que sean realmente eficaces. «Hay otras opciones que son menos lesivas y que tienen menos impacto, que seguramente son más prácticas», afirman con rotundidad en un escrito que ha sido remitido a la alcaldesa con el objetivo de frenar la licitación de las obras. El plazo para que las empresas presenten ofertas para hacerse con los trabajos finaliza este mes, por lo que saben que el tiempo juega en su contra.
¿Por qué no se han movilizado antes? «No ha habido un período de exposición pública del proyecto para que pudiéramos presentar alegaciones. Lo han tenido casi oculto hasta el momento de su publicación en la plataforma de contratación de la Junta a primeros de junio», afirman. En cuanto tuvieron conocimiento de lo que se pretendía realizar, buscaron asesoramiento técnico. Entre las dudas planteadas, está la de saber «si el proyecto cuenta con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que es obligatoria, por lo que la licitación debería quedar suspendida», sentencian.
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