UGT Miranda celebrará este mes una asamblea para nombrar directiva tras meses «descabezados»

Y, para ello, está buscando una fecha en el calendario de este mismo mes de cara a organizar una asamblea de delegados, recoger sus inquietudes y fijar una hoja de ruta de trabajo para «resurgir de nuevo», después de varios meses sin responsable comarcal tras la salida de Alfredo Ares.

Una reunión a la que Gil convocará a los secretarios de las tres  delegaciones sectoriales en la ciudad: FICA (que reúne a industria, construcción y agricultura), Servicios Públicos y FeSMC (servicios, movilidad y consumo) para, de manera conjunta, determinar un nuevo equipo de trabajo con el que empezar a reorganizar la labor sindical de UGT en la ciudad. Se tratará de elegir un responsable comarcal, además de a un representante de cada una de las áreas en las que se agrupan los afiliados, para mejorar la coordinación y el engranaje de la actividad.

«El método de trabajo se determinará internamente en esa asamblea general», avanzaba Román Barroso, uno de los afiliados de la ciudad y que está colaborando codo con codo con Gil de cara a crear una estructura nueva.

«Llevamos una serie de meses descabezados. Hay que buscar un consenso entre todos y hacer un equipo para dar respuesta a los diferentes problemas que se producen, porque una única persona no va a tener una visión global de lo que pasa en todos los sectores», explicó Barroso.

De ahí que el objetivo pase por «designar a alguien que pueda ejercer de responsable comarcal de UGT, que tenga el apoyo de las tres federaciones y que sea un referente para todos. Las tres áreas tienen que estar unidas para que la maquinaria funcione. La cabeza visible tiene que tener apoyo, porque una persona sola no puede hacer nada. Hay que hacer equipo», recalcaba Gil; que espera que se acerquen también a la ciudad los responsables provinciales de cada una de ellas.

Y menos si no cuenta con personal de administración para el día a día. Son conscientes de que la empleada que desde hace años se encarga de la gestión y la tramitación del día a día está cerca de jubilarse y quieren que antes de que llegue ese momento se garantice que va a tener relevo.

Un tema que buscan abordar con Óscar Lobo, el responsable territorial de Castilla y León, elegido a principio de año, y al que también invitarán a asistir a Miranda el día en el que se fije la asamblea, porque «es alguien que está muy interesado en que la organización funcione bien en las comarcas. Son sólo tres: Miranda y Aranda, en Burgos; y Ponferrada», detalló Barroso.

El de la contratación de personal no es el único aspecto que pretenden abordar con el secretario de UGT en la comunidad. Hay otro que viene de lejos pero que no han olvidado ni dan por perdido: el cambio de sede. «Es una reivindicación histórica», apuntó.

La organización ocupa un local en Torre de Miranda que carece de accesibilidad y en el que eliminar las barreras arquitectónicas se antoja complicado; además de que entienden que se les ha quedado pequeño para poder dar una respuesta adecuada a los cerca de 1.200 afiliados que tiene la Unión en la ciudad. Máxime teniendo en cuenta que al ser un lugar fronterizo con Álava, donde trabaja mucha gente de Miranda, hay quien aunque figure dada de alta allí en el sindicato acude aquí cuando necesita resolver algo.

Por eso quieren moverse al bajo de Condado de Treviño 29, que en su día les cedió la Tesorería de la Seguridad Social, y en el que hace años ya colgaron carteles del sindicato. «Había un compromiso por parte de UGT Castilla y León, que tendremos que hablar con su nuevo responsable, de destinar el dinero que se obtuvo de la venta de un piso en Ramón y Cajal donde tuvimos la sede antes de ir a Torre de Miranda, al arreglo de esa otra lonja», recordó Barroso; que tiene claro que la formación no pretende quitar  su logo de ese lugar «hasta que la situación se clarifique».

Hay que tener en cuenta que hace ya más de un año que el Ayuntamiento explicó que había solicitado a la Seguridad Social la cesión de ese espacio con la intención de crear un centro joven para mayores de 15 años; pero la petición, hasta la fecha, no ha tenido ninguna respuesta.