La lucha por la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres debe ser una prioridad en nuestra sociedad. Y es que, no nos engañemos, ... difícilmente podremos seguir avanzando si dejamos de lado las reivindicaciones de más del 51% de la población en nuestro país: las mujeres. La brecha salarial de género y sus consecuencias sobre las pensiones, la violencia machista en cualquiera de sus manifestaciones o la discriminación por razón de sexo nos siguen ocupando y preocupando, y aquí no vale mirar para otro lado.
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El feminismo no busca la superioridad de las mujeres sobre los hombres, y quien utiliza este discurso lo hace de manera premeditada con el único objetivo de dividir, de confrontar, de levantar muros en lugar de construir puentes.
Lo que realmente perseguimos es la igualdad de trato, y para conseguirla debemos trabajar unidas y unidos. No podemos olvidar el papel fundamental de la educación, en un año en el que en Miranda ponemos en valor y reconocemos el trabajo y dedicación de las profesoras. Educación como herramienta que empodera y ofrece las mismas oportunidades a mujeres y niñas; educación como pilar de una sociedad justa e igualitaria para todas y todos.
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