El Servicio de Atención Temprana de Miranda inicia el curso prestando apoyo a 27 menores
A medida que avance el año «cuando los niños y niñas ya acuden al colegio» el número de casos se irá incrementando
María Ángeles Crespo
Sábado, 18 de octubre 2025, 23:45
El Servicio de Atención Temprana, el que en sus inicios allá por el año 1988 se conocía como de Estimulación Precoz es, tal y como ... argumenta el concejal de Servicios Sociales, Pablo Gómez, «un servicio fundamental dentro del área». Y lo ha ponderado aún más por el hecho de que en los últimos meses «por diferentes motivos hemos tenido un déficit de personal y tengo que agradecer que las profesionales hayan mantenido perfectamente la atención a todos los casos y, también tengo que hablar de los fisioterapeutas del hospital que han colaborado para que se haya podido mantener la calidad del servicio».
Una atención que se presta a niños y niñas de entre cero y tres años. «Están con nosotras hasta que se escolarizan. Puede haber algunos de hasta seis años, pero eso es si el menor no va al colegio», recuerda Olivia Arín, psicóloga del servicio que lo conoce a la perfección pues fue ella la que lo puso en marcha hace ya 37 años.
Aun cuando se trabaja con los niños y niñas durante todo el año el período en el que se desarrolla el curso escolar tiene cierta relevancia a la hora de poder hacer referencia a los usuarios que acuden a Atención Temprana. «Cuando nos metemos en septiembre y llega el momento en el que los más mayorcitos van ya al cole baja el número de casos que atendemos». Si hasta el mes pasado pasaban por las dependencias un total de 46, «ahora mismo estamos trabajando con 27 niños y niñas».
El inicio del curso es el momento en el que se producen más fluctuaciones porque también es en ese tiempo cuando en las unidades de los más pequeños «los educadores pueden percatarse de que hay niños o niñas que podrían necesitar una atención por nuestra parte y se inicia el proceso. De hecho este año desde que comenzaron las clases y hasta ahora nos han llegado siete casos nuevos».
Sabe Olivia Arín por experiencia que será el próximo noviembre cuando «seguro que tendremos un incremento significativo. Es lo que ocurre todos los años».
El objetivo de quienes desarrollan su labor profesional en Atención Temprana es dar respuesta lo más pronto posible a las «necesidades permanente o transitorias de los menores». Las acciones que se llevan a cabo con estos menores combinan «de una manera planificada y coordinada, disciplinas como fisioterapia, logopedia, estimulación, o psicomotricidad. Todo ello para favorecer de una manera óptima el desarrollo de los niños».
Los que acuden a las instalaciones municipales de la calle Comuneros de Castilla precisan del apoyo que reciben y con el que las profesionales que les atienden intentan potenciar sus capacidades. «Trabajamos para fomentar su autonomía al máximo».
Se trabaja con niños con trastornos del desarrollo, también en los casos en los que hay riesgo de que se produzcan, como puede ocurrir con los bebés muy prematuros «o los que hayan sufrido algún altercado durante el parto, y también con niños con un desarrollo no esperado».
Para que se conviertan en usuarios del servicio, cuando las patologías son claras o hay mucho riesgo de que haya desajustes en el desarrollo «son los propios pediatras los que nos los derivan. En otros casos cuando los niños están en escuelas infantiles suelen ser sus cuidadores los que se lo hacen saber a los padres y luego también nos los derivan. Pero además, las familias pueden observar diferencias de sus hijos con otros niños y, si es así deben pasar por el pediatra, aunque también pueden consultarnos. Si lo hacen les indicamos los pasos que deben dar. En este servicio se escucha se acoge y se sopesa».
Centrada en la familia
El modo en el que se ha ido abordando la atención temprana ha cambiado con el paso de los años y ahora está más centrada que nunca en la familia. «Se busca tratar a la familia con dignidad y respeto, les proporcionamos la información necesaria para que tomen decisiones y participe, y la involucramos de manera activa. Aquí las familias entran para estar en las sesiones. Lo hacemos así porque en su ambiente pueden poner en marcha las cosas que nosotras tratamos aquí».
Incide Olivia Arín en que tienen capacidades, competencias y recursos y «cuando lo interiorizan se convierten en los verdaderos artífices de que los niños salgan adelante y evolucionen».
Para conseguirlo es también importante, como lo hacen en el centro mirandés, apoyar las fortalezas. «Nos fijamos en las capacidades que tienen. Antes te quedabas en la dificultad del niño para trabajarla, y ahora nos centramos en potenciar sus fortalezas, que las tienen».
Estos niños y niñas reciben el apoyo que precisan en las instalaciones de Comuneros de Castilla 20; un lugar que «desde que se decidió llevar la ludoteca al Centro Cívico ha ganado en espacio. Lo ha duplicado y entendemos que esto ha sido muy positivo tanto para las trabajadoras como para los usuarios y las familias», argumenta Gómez.
Para atender las necesidades de los menores están la fisioterapeuta pediátrica Mirian López, la psicomotricista y logopeda, Carolina Ferrero, y Olivia Arín, que es psicóloga y logopeda. El centro está abierto de lunes a viernes entre las ocho de la mañana y las tres de la tarde, y el servicio que se presta es totalmente gratuito para los usuarios.
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