Respeto para las que continúan luchando y homenaje por «aquellas las que ya no están»
Cristina Ortiz y Toni Caballero
Jueves, 9 de marzo 2023, 00:02
El Día Internacional de la Mujer también es un símbolo de lucha, la de todas aquellas mujeres que han plantado cara durante siglos y que, ... en demasiados casos, han acabado pagando con la pérdida de sus propias vidas. Para Mujeres en la Calle, la jornada se convirtió en un homenaje a todas las «que han luchado y luchan por alcanzar la igualdad real y efectiva en el mundo», y así lo ejemplificaron con sus actividades.
La Plaza 8M sirvió de escenario para el primero de ellos. Las integrantes del colectivo colocaron una suerte de emblema morado en la señal que da nombre a la plaza. Bajo el lema 'Por nuestros derechos, ni un paso atrás', reivindicaron la agenda feminista por los derechos de las mujeres y niñas.
«Exigimos el fin de los feminicidios y de toda forma de violencia machista: la abolición de la prostitución y de la pornografía, la prohibición efectiva de la explotación reproductiva de las mujeres y de la compraventa de bebés, así como la erradicación de la violencia sexual contra las mujeres», enumeraron.
Posteriormente, la avanzadilla se desplazó hasta el monumento a las víctimas de violencias machistas, donde colocaron otro emblema morado. El tercer y último acto tuvo lugar junto al Antonio Machado. Las farolas hicieron de soporte para una decena de carteles morados que contenían «desigualdades y discriminaciones que sufrimos las mujeres».
Entre otras consignas, los letreros clamaban por que se haga «Justicia» con las víctimas, así como también reclamaban «Respeto». Sin embargo, el más fotografiado recordaba que «Somos el grito de las que ya no están». Un lema que evidencia que el movimiento feminista no ha llegado hasta este punto para dar marcha atrás.
Azucarera
Azucarera apostó ayer por mirar hacia los jóvenes para abordar la Igualdad centrando la mirada en el mundo laboral y en las posibilidades que ellas tienen en sectores considerados hasta no hace mucho masculinos, como el de la planta remolachera, donde reconocen que aún siguen recibiendo muchos más currículum de hombres. Eso no quita que ellas vayan ganando peso en la plantilla, ya son el 23%, porcentaje que se eleva al 75% en el equipo de dirección. «No se conocen las funciones que pueden desempeñar en la fábrica o en el campo y hemos venido al Apolo a contárselo a los jóvenes», apuntaron.
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