Reclaman un código de uso del Casco Viejo de Miranda e instalar controles de acceso
Renacimiento plantea medidas a muy corto plazo consensuadas con todos los afectados para avanzar hacia la peatonalización
Raúl Canales
Lunes, 6 de octubre 2025, 23:53
«El Casco Viejo no nos pertenece solo a los que vivimos hoy en Miranda, sino que nos ha sido legado por las generaciones anteriores ... y tenemos la obligación de preservarlos para las futuras». Para la asociación Renacimiento, el debate sobre la peatonalización del barrio histórico no puede ceñirse solo a un problema de ruido o de tráfico sino que requiere una visión mucho más profunda y que implique a muchos agentes. Aunque tienen claro que la peatonalización total es la única opción para poder impulsar una recuperación del barrio en todos los ámbitos, y valoran el empeño de la concejala de Medio Ambiente por hacer una prueba piloto, creen que la misma no arroja conclusiones definitivas por el poco tiempo que ha durado y porque se han cometido errores como no incluir en la misma a la calle La Fuente cuando supera los 90 decibelios durante muchas horas.
Tampoco están de acuerdo con hacer una encuesta ciudadana sobre la peatonalización porque «la decisión no puede basarse en que unos cuantos vecinos se pronuncien a favor o en contra en un momento concreto, sino en el compromiso con nuestra historia y en la responsabilidad de conservación del patrimonio común».
Conscientes de la falta de alternativas para el barrio de El Crucero, ya que no se ha avanzado nada en las últimas décadas sobre las variantes recogidas en los planes urbanísticos, la asociación cree que es necesario elaborar un plan de movilidad a corto y medio plazo de forma consensuada por todos los afectados, desde el Ayuntamiento hasta asociaciones vecinales, comercios, hostelería, colegios, teatro o iglesia. El primer paso sería pactar un código de uso en un plazo máximo de cuatro meses para empezar a regular algunas medidas como la limitación del tráfico rodado en determinadas franjas y la colocación de sistemas de control de acceso para limitar la entrada a carga y descarga, vehículos de emergencia, escolares o residentes.
A partir de ahí, Renacimiento cree que sería mucho más fácil trabajar en actuaciones que condujeran a la peatonalización permanente en un futuro. Para ello también reclaman la construcción de más aparcamientos perimetrales, ampliando la capacidad del existente en Sagrados Corazones y habilitando un espacio nuevo en la campa cercana al cementerio. Para estas obras, el plazo de ejecución que han estimado es de dos años.
La asociación valora la intervención acometida hace unos años para recuperar el trazado y la pavimentación del Casco Viejo, pero «el desarrollo urbanístico del resto de la ciudad no la tuvo en cuenta». Al no ejecutarse otras infraestructuras previstas, la calle Real Aquende se ha convertido en una zona de paso para los barrios en expansión, lo que ahora dificulta la peatonalización.
Que diariamente pasen 5.000 vehículos, supone un riesgo para la seguridad, un daño medioambiental y degrada más los materiales, pero sobre todo, «una pérdida de atractivo para el desarrollo social, económico y cultural del barrio». Por este motivo, piden reunir a todas las partes implicadas y elaborar una hoja de ruta que permita consensuar un código de uso en los primeros meses del año.
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