Los pueblos de la comarca de Miranda abren sus brazos al arte urbano
Identidad y crecimiento. El artista Esteban Espinosa (Tinte Rosa) encadena varios años creando una ruta turística por buena parte del entorno rural mirandés
Toni Caballero
Lunes, 8 de diciembre 2025, 22:48
En un mundo cada vez más globalizado, tendente a la velocidad, al consumismo voraz y a habitar en las grandes urbes; el mundo rural sigue ... siendo ese pequeño reducto que, en muchas ocasiones, nos recuerda quiénes somos y lo que realmente importa en el día a día. Son esos mismos pueblos los que, por desgracia, luchan contra la despoblación en muchas zonas del territorio nacional, los mismos que claman que necesitan ser dotados de servicios para tener una mínima oportunidad de atraer y fijar población joven y que, al mismo tiempo, tienen tanto derecho de acceder a la cultura como las grandes capitales.
Como rama cultural y manifestación humana imprescindible, el arte es fundamental en el mundo rural porque ayuda a fomentar la cohesión social, el desarrollo económico, la identidad cultural de un pueblo y el bienestar emocional de sus habitantes.
Este es el combustible que ha movido al artista Esteban Espinosa, líder del conocido proyecto Tinte Rosa, a dar color a muchos pequeños municipios del entorno de Miranda. «A lo largo de estos años he ido realizando diferentes murales, creando poco a poco una ruta artística que recorre buena parte del entorno rural. Esta iniciativa permite visitar y disfrutar de cada obra, conectando el arte con el territorio y acercándolo a quienes viven en él», explica.
La meta está no es otra que «llevar el arte a los pueblos, dar vida a espacios que a menudo quedan en el olvido y generar un impacto positivo en la comunidad. Cada vez son más los municipios que se suman a esta propuesta, y espero que siga creciendo porque este tipo de acciones no sólo embellecen, sino que también impulsan identidad, participación y desarrollo local».
Estableciendo una vista panorámica, y ficticia, desde la Cruz de Motrico, se podrían observar hasta una decena de murales levantados en distintos enclaves cercanos de nuestra provincia, y también de La Rioja, desde 2022.
En Valluércanes, a 27 kilómetros de nuestra ciudad, Espinosa apostó por una obra relacionada con la igualdad simbolizando «la fuerza, diversidad y presencia de las mujeres en la sociedad a través de figuras femeninas representadas de forma simbólica. Cada silueta representa una historia, una lucha y un paso más hacia un futuro más justo e inclusivo para todas».
En el municipio fronterizo de Foncea, a unos 14 kilómetros de Miranda, el artista optó por una creación costumbrista que reúne elementos que reflejan la esencia del pueblo: «un halcón que sobrevuela libre, símbolo de naturaleza y libertad; un niño junto a su perro, imagen de inocencia y compañía; y la iglesia local, como corazón histórico de Foncea. La obra une pasado, presente y entorno, celebrando la identidad y el arraigo de su gente».
La pedanía deAyuelas también goza de un mural relacionado con la vida en el campo, tractor y anciano incluidos; mientras que Moriana, otra de los seis núcleos pedáneos, luce con orgullo una fachada que rinde homenaje a la riqueza natural de Castilla y León. «Los campos de amapolas se alzan vibrantes a los pies de un gorrión en pleno vuelo», explica.
'Las Lavanderas' alaban a las mujeres que tanto esfuerzo destinaron al oficio en el antiguo lavadero de Santa Gadea del Cid; y otros municipios como Haro, Treviana, Aguilar de Bureba, Pancorbo, Tubilla del Lago, Barbadillo, Villangomez, Belorado, Castrillo del Val y Castrillo de Murcia también cuentan con los suyos.
«Trabajamos día a día para seguir sumando nuevos murales y nuevas localidades», cierra el artista sabedor de que está contribuyendo enormemente al nuevo imaginario rural del entorno mirandés.
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