El PP tilda de «descalabro» el servicio de limpieza de colegios en Miranda desde hace 8 años
Raúl Canales
Jueves, 3 de julio 2025, 22:02
Guillermo Ubieto prometió remunicipalizar la limpieza de colegios, pero por ahora, el servicio no solo se sigue prestando a través de una empresa externa sino ... que lo hace en prórroga forzosa. Han pasado ocho años desde que finalizó el anterior contrato y el Ayuntamiento no ha sido aún capaz de encontrar relevo. La última licitación quedó desierta y desde entonces poco se ha avanzado para encontrar una solución. «El servicio estaba en la UVI y ahora ya ha pasado a cuidados paliativos», asegura Charo Fernández a modo de símil para definir la «agonía» que sufren las trabajadoras.
Para la concejala popular, Ubieto debería dejar de vender la idea de la remunicipalización, ya que hay una partida en el presupuesto para este fin pero «no hay ni un solo estudio ni informe jurídico que la avale», y centrarse en redactar unos pliegos que resulten atractivos para que las empresas presenten sus ofertas. «Igual es hora de dejar atrás tanta ideología y ser más prácticos y consecuentes con lo que decía cuando estaba en la oposición», afirma Fernández.
La edil de los populares recuerda que hay 62 empleadas que necesitan ver mejoradas sus condiciones laborales, algo que no ha sucedido desde que IU- Podemos entró a formar parte del equipo de Gobierno a pesar de que fue una de sus promesas. «Ha llegado la hor de hacer unos pliegos acordes a las necesidades actuales, actualizar las cargas de trabajo y poner unas condiciones económicas que lo hagan sostenible», reitera Fernández, quien pide a Ubieto que ponga fin al «desatino y descalabro» que es ahora mismo un servicio que se presta porque la empresa se ve obligada a ello, pese a que quiere renunciar desde hace tiempo, lo que afecta directamente a las trabajadoras.
Para el principal partido de la oposición, la situación de la limpieza de los colegios es un ejemplo más del «desinterés» del equipo de Gobierno por los servicios que tiene externalizados, lo que lleva a bordear la «irregularidad» en algunos casos.
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