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Raúl Canales
Jueves, 23 de enero 2025, 00:01
En los polígonos de Las Californias, Ircio y Bayas las hileras de camiones se suceden a los dos lados de las calles. Es una estampa habitual a pesar de las señales que advierten de la prohibición de aparcar en muchos de los puntos. La mayoría ... de transportistas hace caso omiso porque saben que hay cierta permisividad. En la zona de Las Matillas hay jornadas en las que se pueden contabilizar varias decenas de vehículos pesados, con las molestias y suciedad que generan al barrio, pero los últimos datos oficiales publicados reconocían que no se había puesto en el último año ni una sola multa por esta infracción.
El problema se agrava porque hay empresas que deciden almacenar durante tiempo indeterminado sus remolques en los polígonos locales. Algunos, llevan años y sufren el evidente deterioro del paso del tiempo, llegando a estar sin ruedas y sujetos con tablones. En Bayas, en una parcela próxima al pabellón Multifuncional es frecuente ver remolques estacionados durante largos periodos de tiempo, algo que sucede también en el camino de La Narra, dónde incluso llegan a ocupar parte de la calzada. El caso más significativo es una carretera sin nombre paralela a la Nacional 1 en la que hay tres remolques desde hace años. «La impresión que ofrece es que las plazas de aparcamientos de los polígonos son una especie de almacén de contenedores sin ningún tipo de control», denuncian desde el PP, formación que reclama más vigilancia para este tipo de actuaciones irregulares.
Para el principal partido de la oposición, que en los últimos meses ha elaborado un detallado informe sobre los puntos de la ciudad en los que hay camiones y remolques abandonados, es necesario que el Ayuntamiento sea más estricto con los conductores que no cumplen la normativa, aunque también propone soluciones. La principal pasa por construir un aparcamiento para camiones, teniendo en cuenta el elevado tránsito de vehículos pesados que soporta la ciudad, ya sea por la actividad de las empresas o por estar a pie de la N-1. Entre las opciones más viables, los populares apuntan a una parcela existente en el vial de acceso a Bayas o habilitar el parking de emergencias que existe junto a la carretera Nacional ya que solo tiene uso en las jornadas de condiciones climatológicas adversas. El resto del tiempo, es una explanada desaprovechada y que podría dar un servicio a los cientos de camioneros que pasan diariamente por Miranda. «Si presumimos de ser una ciudad logística, tenemos que ofrecer unos servicios mínimos. Hay que tener en cuenta que en Miranda hay muchos transportistas y que pagan unos impuestos elevados», asegura Sergio Montoya.
El problema de los camiones no es exclusivo de los polígonos industriales o de los barrios periféricos, sino que también lo sufre el centro. Al núcleo urbano se supone que solo pueden acceder pequeños camiones de reparto y furgonetas pero «hay camiones de cinco ejes y 16 metros de largo que entran todos los días para suministrar a los supermercados», denuncian desde el PP, que llama la atención porque muchos conductores deciden luego tomarse un descaso y aparcan en el entorno del parque Emiliano Bajo, una zona lindante con un colegio y con una gasolinera.
«Existe una sensación de desorden y dejadez municipal por la total falta de autoridad del Ayuntamiento en lo que se refiere al tráfico y aparcamiento de vehículos pesados en las calles. Es algo que saben muchos transportistas, incluidos los extranjeros que hacen trayectos de larga distancia y que son conscientes de que en Miranda no tienen problemas para dejar su camión».
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