La poca oferta y el alto precio de los pisos en renta impulsan el alquiler de habitaciones en Miranda
Entrar en una casa con más inquilinos cuesta entre 240 y 400 euros, coste al que hay que sumar los gastos
Cristina Ortiz
Martes, 9 de septiembre 2025, 23:47
Las dificultades para acceder a un piso de alquiler en Miranda, tanto por la escasez de la oferta como por los elevados precios, está llevando ... a que cada vez proliferen más los anuncios en diferentes portales de Internet en los que se ofrece el alquiler de habitaciones; una opción casi inexistente hace unos años y que ha crecido en los últimos tiempos con la llegada a la ciudad de inversores que adquieren inmuebles directamente para obtener una rentabilidad mediante el arrendamiento, atraídos por la elevada demanda.
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De hecho, ahora mismo, es más fácil casi conseguir alojamiento recurriendo a esa opción que si se busca un piso completo. Sobre todo, si quien lo demanda no es funcionario o empleado público. Pero que haya más oferta no significa que sea barata, los precios por una habitación van desde los 240 euros en un cuarto sin ascensor, con gastos aparte, hasta los 400.
Si bien, el pago no es la única condición para acceder a la vivienda, ya que la mayoría deja claro que no se puede fumar y que tampoco está permitido tener mascotas. También hay quien limita la franja de edad o el sexo de los futuros inquilinos, aunque en la mayoría de los casos se deja claro que el dueño no vive allí.
La oferta es tan escasa y la demanda tan alta que los propietarios eligen ocupante ya sea para arrendar por habitaciones como por vivienda y se suelen decantar por coger a profesores, sanitarios o trabajadores de Adif. Sectores que todos los años atraen de manera temporal a un buen número de personas a la ciudad y que lo suelen tener más fácil.
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Al resto, dar con un piso acorde a sus necesidades y capacidad económica, le suele costar más. De hecho, en una inmobiliaria mirandesa en el último mes han completado un listado con más de cien teléfonos de personas interesadas en alquilar una vivienda del que ir tirando según les vaya entrando algún inmueble que ofertar. Ayer no tenían ninguno disponible.
Situación que se corresponde con el hecho de que un conocido portal de Internet situara a Miranda como el municipio de Castilla y León con más competencia por el alquiler, pese a no ser capital de provincia. Hasta el punto de que, según sus cálculos, había 50 familias compitiendo por cada inmueble ofertado en el municipio. Muy por encima de las 27 de Logroño, aunque todavía lejos de las 99 de Vitoria, la ciudad más próxima y cuya situación inmobiliaria más puede influir aquí, al igual que lo hace en el mercado de compra-venta.
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Y evidentemente, a más demanda, no sólo más candidatos por piso, también mayor coste. Tanto arrendadores como responsables de inmobiliarias reconocen que ése es un ámbito en el que el precio ha subido, de media, alrededor de un 20% en el último año. Porcentaje que traducido a dinero ronda los 100 euros. Eso con suerte, porque profesores del Fray Pedro de Urbina han comprobado cómo por un piso que el año pasado ocuparon varios docentes y por el que abonaban 800 euros con gastos incluidos, ahora piden 1.200 y las facturas hay que pagarlas aparte.
Hasta los pisos de VPO, en los que los precios están tasados y los marca la administración regional, se ha incrementado la cuota en 50 euros del curso pasado a este. Vivienda que además César encontró tirando de 'contactos', porque muchas no se publicitan. Conocía personalmente a los propietarios, sabía que la tenían libre, y fue él quien pidió que se la alquilaran.
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Con tiempo
Lo hizo al saber que tenía que dejar el piso que ocupaba porque lo habían vendido. «Es muy difícil encontrar algo aquí, no hay mucha disponibilidad y es carísimo, pago casi 600 euros. Yo he tenido mucha suerte porque se lo he alquilado a una familia que sabía que se había mudado. Aquí funciona mucho el boca a boca».
De hecho, ese colectivo, el de docentes, reconoce que tira mucho de la 'recomendación' de colegas que han estado otros cursos en la ciudad y que se pasan cuando se van. Es algo que prevé hacer César, volver en cuanto a la zona de la montaña palentina de donde procede y tiene casa, porque el gasto aquí no le compensa.
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Cuatro años lleva ya en Miranda Raquel y cada año en un piso. El actual lo empezó a buscar nada más acabar el curso, pensando en tener más oportunidades, pero tampoco fue así. «En las inmobiliarias no me ofrecieron nada y los que conseguí fue a través de compañeros o anteriores caseros». Y no todos le encajaban en el precio, porque reconoce que una media de más de 600 euros es mucho para una persona sola, aunque compartir apunta que cada vez es también una opción más cara. «Hay muchos pisos que no tienen apenas servicios y que han subido mucho», lamentó.
Más suerte tiene Tania, que lleva tres años en la misma vivienda y «nos han mantenido el alquiler. Pagamos 675 euros entre dos y para lo que hay en la ciudad está bastante bien. En comparación con otras ciudades similares, Miranda es bastante cara», zanjó esta docente de Zamora.
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