La plusvalía genera un desfase de cerca de 700.000 euros en el presupuesto municipal

El cambio de normativa decretado a nivel nacional después de que los tribunales declarasen inconstitucional algunas de las fórmulas aplicadas por los municipios, ha conllevado modificaciones sustanciales a la hora de calcular los importes que deben pagar los ciudadanos por la transmisión de inmuebles. Es algo que no se contempló debidamente a la hora de elaborar el presupuesto de este ejercicio y que tendrá un fuerte impacto en las cuentas, a pesar de que se redujo en 200.000 euros la previsión de ingresos respecto al año precedente.

A solo unos días para finalizar el año, el Ayuntamiento ha recaudado poco más de 220.000 euros por el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, un número muy alejado del millón que pensaba percibir. «No tuvimos en cuenta que la mayor parte procede de herencias y por lo tanto tienen seis meses para pagar la liquidación, más una prórroga adicional por el mismo periodo de tiempo», reconoce Matilde Fernández, quien cree que ese dinero no está totalmente perdido, por lo que el agujero en la caja municipal no sería tan grave, sino que simplemente el cobro se retrasará un año y engordará los ingresos del próximo presupuesto. Eso sí, para cuadrar las cuentas este año deberá detraer de otras partidas aunque está a la espera del informe del departamento de tributos para poder realizar un análisis más certero.

Sin embargo las críticas a su gestión no se han hecho esperar. Izquierda Unida ya advirtió en el debate sobre las ordenanzas fiscales que esta situación podía darse y considera que es uno de los motivos por los que el equipo de Gobierno no ha querido aprobar una rebaja impositiva que reclamaba de forma unánime la oposición. «La excusa que dieron para no reducir el IBI fue que había que hacer frente al aumento del coste de la plantilla y al incremento de los suministros de luz y gas, pero en realidad no quieren bajar el IBI porque así pueden cubrir los desequilibrios que ellos mismos generan en el presupuesto», afirma Guillermo Ubieto, quien lamenta que sea «el bolsillo de todos los mirandeses el que acaba pagando la falta de previsión del PSOE».

La plusvalía, el impuesto que pagan los ciudadanos a la administración por vender inmuebles, siempre ha estado en el punto de mira de la Justicia. Primero fue el Supremo ya limitó su cobro cuando la operación suponía pérdidas para el antiguo propietario o se comía casi todas las ganancias, y hace unos meses una sentencia consideró que algunos tributos son inconstitucionales.

Estos cambios ya provocaron que a finales de 2021 el Ayuntamiento tuviera paralizados cobros aprobados por más de 280.000 euros, pero a la hora de ajustar el presupuesto para el actual ejercicio apenas se rebajo la cifra de ingresos. Ahora, a punto de finalizar el año y con 700.000 euros en caja menos de lo previsto, tocará revisar las cuentas para poder cuadrar los números en el balance final del curso.

1millón de euros es la partida presupuestada para este ejercicio por plusvalía.

220.000euros es la cantidad recaudada a falta de contabilizar el último mes del año.

280.000 euros en cobros tuvo paralizados el Ayuntamiento a finales del año pasado por trabas jurídicas. Aún así apenas redujo la previsión de este curso.