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Raúl Canales
Miércoles, 22 de enero 2025, 00:02
La hostelería es uno de los sectores más fuertes de la ciudad por su aportación a la actividad económica y por el elevado número de familias que dependen de los ingresos de bares y restaurantes. En los últimos años, ha estado representada por Pepe Rey ... pero desde ayer busca nuevo presidente ya que el propietario de La Corrala y su junta directiva han decidido dar un paso al costado. Después de una década al frente de la asociación Altamira, Rey asegura que ya no tiene las fuerzas necesarias para liderar a sus compañeros y considera que «es bueno que entre gente con ideas nuevas».
Ayer formalizó su dimisión aunque seguirá en funciones mientras se convoca un proceso electoral del que deberá salir una nueva directiva. De manera no oficial, algunos hosteleros habían mostrado interés en suceder a Rey pero si nadie se animara a dar el paso la asociación quedaría en manos de una junta gestora integrada en FAE. No sería la mejor opción, ya que orgánicamente podría mantenerse, pero «hace falta gente que proponga y organice cosas».
Rey considera que ha llegado el momento de ceder el testigo por varios motivos. El principal es que el objetivo de su mandato está más que cumplido. «Cogimos la asociación cuando únicamente se utilizaba para poder articular las subvenciones de la semana del pincho y la hemos dotado de contenido. En estos años, hemos organizado un montón de actividades», afirma.
La lista de eventos es larga, pero sobre todo el hasta ahora presidente destaca la visibilidad que ha conseguido el sector. «No hay nadie en esta ciudad que no sepa que existe una asociación de hosteleros. Dejamos una hostelería unida, fuerte y sana», apunta Rey, convencido de que hay compañeros en la ciudad que están perfectamente capacitados para continuar con el legado y aportar «aire fresco».
El propietario de La Corrala no esconde que después de diez años acusa el desgaste. «Todo tiene su momento y cuando cumples un ciclo hay que saber irse. Creo que nosotros estamos ya un poco quemados y nuestro mensaje ya no llega como antes», apunta Rey, que cita como ejemplo la poca respuesta que han tenido algunas de sus últimas propuestas. Eso sí, el balance es más que positivo ya que hay otras fechas que se han consolidado en el calendario gracias a su iniciativa.
Rey se va pero tiende su mano a la persona que decida coger las riendas. «Vamos a estar para echar una mano en todo lo que necesite, pero creemos que es necesario que entre otra directiva que renueve la ilusión. Nosotros ya hemos cumplido y ahora le toca a otros para que la hostelería siga creciendo», apunta antes de repartir elogios entre su equipo de trabajo, al que agradece el «esfuerzo, dedicación y apoyo» que le han brindado a lo largo de toda esta etapa.
La idea de la asociación Altamira es que en un plazo máximo de tres semanas, pueda nombrarse nuevo presidente. Si aparecen varias candidaturas, habrá elecciones. Si solo hay una junta interesada en representar a uno de los sectores con más peso en la ciudad, será proclamado a mediados de febrero.
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