El número de terrazas de la hostelería en Miranda ha disminuido un 24% en la última década

Actualmente, son 101 establecimientos de Miranda los que mantienen sus mesas y sillas al aire libre. Hasta 8 de ellos lo hacen cobijándose bajo un techo, son las denominadas pórtico, y sólo un local lleva a cabo su labor diaria en una terraza totalmente cerrada, una de las opciones que permite la ordenanza municipal de terrazas y que no ha suscitado demasiada respuesta.

Si miramos atrás, la ciudad contaba con hasta 133 terrazas al cierre del año 2013, por lo que ha visto su padrón reducido en un 24% durante la última década, concretamente en 32 instalaciones al aire libre. De hecho, la oferta exterior llegó a su pico en 2017 con hasta 141 terrazas en Miranda.

Posteriormente, durante la pandemia sanitaria y hasta el 5 de enero de 2023, el Consistorio dejó sin efecto a la ordenanza municipal y habilitó los aparcamientos para que todos los establecimientos mirandeses pudieran instalar sus espacios fuera del local, terrazas que dieron grandes frutos y que siguen siendo añoradas por el sector servicios. Se permitió sacar las terrazas a la carretera para democratizar la actividad entre todos los bares, los que ya tienen espacio para una terraza y los que no.

«Hay que tener en cuenta que, a día de hoy, prácticamente el 50% de los bares de Miranda tiene terraza exterior. Para los bares pequeños es muy importante tener terraza, es cierto que suena algo descabellado volver a sacar el tema del espacio en el aparcamiento, pero hay muchos bares que lo necesitan al menos en la temporada estival», alude José Rey, presidente de la Asociación de Hosteleros de Altamira (AHA).

Respecto al descenso registrado en el número de terrazas a lo largo de la última década, Rey le resta importancia al dato argumentando que «antes las mesas altas contaban como veladores y, ahora , como no pueden estar pegadas a las fachadas, seguramente algunos bares hayan decidido no tenerlas. Creo que el descenso no se debe a nada importante, simplemente creo que han contado de otra manera distinta a la de antes».

En este sentido, el colectivo ha aparcado, por el momento, la idea de negociar con el Ayuntamiento una nueva ordenanza de terrazas para la ciudad. Una propuesta en la que venían trabajando desde hace tiempo y que le había llevado incluso a tener ya listo un borrador de propuesta que presentar al Consistorio, partiendo de la última normativa que se aplicó en Burgos.

Tras una Navidad relativamente «buena» en la que el grueso de la ciudadanía optó, casi siempre, por alternar en el centro, AHA prosigue su lucha para que se democratice su instalación.

El portavoz de los hosteleros entiende que la terraza exterior es un valor muy importante para los bares y restaurantes de la ciudad, una instalación cada vez más importante que, a diferencia de antaño, ya no funciona sólo en verano.

«Miranda se está convirtiendo un poco en una monocalle en la que se concentra todo el ocio, dónde están los últimos bares de moda y todos con terraza. Sólo hay que darse una vuelta para ver la afluencia de gente en las diferentes zonas. Es triste, en cuanto a asociación, que la gran mayoría de personas se centre sólo en las calles peatonales. Es difícil luchar en el caso de los bares pequeños, sobretodo en verano, y cada vez son más largos por el cambio global. Las terrazas, antes, eran una cosa de junio a septiembre y, ahora, vemos que comienza en marzo y se puede ir a octubre, tranquilamente. Hay que luchar para que todos los bares tengan esa posibilidad exterior».

La estadística dicta que cada vez hay menos terrazas y AHA quiere que esta posibilidad se amplíe al máximo de establecimientos de Miranda.