«Si es necesario iremos a la Justicia y nos pondremos delante de la excavadora», aseguran vecinos de Miranda
Recalcan que están dispuestos a llegar hasta el final para frenar el proyecto antirriadas
Raúl Canales
Miércoles, 2 de julio 2025, 21:23
«Se ha sembrado una semilla importante, ha germinado el sentimiento de barrio». Así de rotundo se expresaban algunos de los presentes en la reunión ... informativa celebrada ayer en la biblioteca Cervantes. La sala se quedó pequeña para acoger a todos los asistentes. «La mayoría nos hemos enterado por EL CORREO, cuando una actuación así debería informarse bien a los vecinos afectados. Parece que lo han hecho a escondidas», apuntaba María, una opinión generalizada entre muchos de los asistentes, que creen que no basta con la publicación en los boletines oficiales, «que la gran mayoría no mira nunca», sino que proyectos de tanta envergadura merecen otro tratamiento.
Entre los presentes, muchas dudas e interrogantes que desde el estrado se intentaron resolver por parte de los comerciantes que lideran la resistencia al proyecto y por miembros de la plataforma de afectados de la riada de 2015. También durante los turnos de palabras, en los que se expusieron diferentes opiniones, aunque todas con un denominador común: hay que agotar todas las vías para frenar la obra.
Una de las opciones que se plantearon fue la de pedir apoyo a los partidos políticos de la corporación a través de una moción en un Pleno. Para otros, esa implicación política simplemente sería de cara a la galería y apuestan por acciones más concretas. «Salvo que con las firmas y la presión popular se echen atrás, tendremos que ir a la Justicia», explicaba José María Santamarta, sentado entre el público y al que desde su experiencia de muchos años como concejal, se le preguntó por posibles soluciones.
Acto seguido pidió la palabra un vecino del barrio que fue aún más contundente. «La única opción es que cuando lleguen las máquinas, nos sentemos a comer el bocadillo enfrente suyo». Su intervención arrancó los aplausos de la sala.
Todos los afectados son conscientes de que el tiempo juega en su contra porque la licitación ya ha terminado «y en muy poco tiempo pueden empezar las obras, que ya nos lo han advertido», afirmaba Goyo. «Tenemos tiempo hasta que las adjudiquen, luego es más complicado frenarlo», apuntaba otra vecina, que pedía organizarse rápidamente para recoger las firmas.
Además de la disconformidad con las medidas, los afectados están molestos con la falta de información. Muchos acudieron a la reunión sin saber muy bien el contenido del proyecto «salvo lo que hemos leído en el periódico».
Para José Luis solo queda una alternativa. «Tenemos que subirnos encima de las excavadoras en cuanto lleguen y que no puedan trabajar. No hay otra salida», aseguraba con rotundidad mientras se proponía para encabezar esa resistencia pasiva que más de uno cree que será inevitable.
«Hay que llegar hasta el final y por primera vez vemos que hay un sentimiento de unidad y de barrio. Esta zona de la ciudad nunca nos habíamos juntado los vecinos como hemos hecho ahora para defendernos».
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