El museo del ferrocarril de Miranda se integra en la red regional

«La tramitación y la documentación a aportar es la misma que para cualquier otro museo y, para nosotros, que somos un centro muy pequeño y privado ha sido complicado hacerlo», explicó Julio García, propietario y responsable del espacio expositivo, que le dedicó más de dos meses a cumplimentar todos los datos solicitados.

Pero, por lo visto, lo hicieron bien y, tras estudiar la información presentada, un técnico de la Junta se desplazó hasta las instalaciones de Ircio para comprobar con sus propios ojos que todo aquello que se había detallado por escrito en el informe era tal cual. «Lo miran todo con lupa», destacó el promotor de la iniciativa.

Tras la visita de más de una hora, en la que el especialista de la administración regional realizó una auditoría exhaustiva, esta semana han recibido la confirmación de que han sido aceptados como integrantes de la red de museos de Castilla y León.

Una noticia que han recibido con gran alegría porque ha sido complicado llegar hasta ese momento. No las tenían todas consigo porque además de analizar  las instalaciones y el contenido que se muestra, también se interesaron por aspectos como si contaban con seguridad privada, un parking para los coches de las visitas, bar, tienda de regalos, archivo, biblioteca...

Y nada de eso forma parte del Museo del Ferrocarril IIIGeneraciones. Tampoco lo necesita. Su proyecto particular es mucho más modesto en esos aspectos, aunque no lo sean las piezas que muestran. De hecho, completar el inventario de todo lo que hay en la instalación, uno de los requisitos de la Junta, es lo que más esfuerzos ha requerido. «Lo teníamos a medias y es lo que más nos ha costado hacer», señaló.

Pero todo el tiempo lo da por bien empleado al haber logrado el objetivo de ser incluido en la red de museos de Castilla yLeón. Figuran inscritos desde el 15 de abril, según figura en la documentación que les han remitido desde la Junta. «Para nosotros es todo un logro, supone un cierto prestigio a nivel de la comunidad pero también nacional; además de una publicidad que no nos podemos pagar», valoró.

Y todo ello sin olvidar que el reconocimiento da acceso a un asesoramiento gratuito en materia museística. «Es muy importante. Yo no soy un experto en la materia y me surgen muchas dudas», reconoció García.

Aunque de la calidad del museo no hay duda y buena cuenta de ello dan las visitas que recibe. En lo que va de año más de 200 personas han pasado por una instalación que, normalmente, sólo abre los fines de semana. Ayer mismo esperaba a 52 y otras 60 prevé recibir el primer fin de semana de mayo. Visitas que, en el 90% de los casos, se quedan a comer la olla ferroviaria que se ofrece como complemento en el bar de la pedanía para quien quiere alargar el recorrido. «Es un complemento del museo y da vida al pueblo», refrendó.