

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Cristina Ortiz
Domingo, 4 de mayo 2025, 00:02
El Convento no es sólo un hotel, es un complejo que cuenta con un claustro, un salón de actos y una amplia zona verde, el ... conocido como Monte de los Frailes. Espacios muy diferentes y versátiles ahora desaprovechados y a los que tratará de sacar rentabilidad el catering Monasterio del Espino, con la organización de diversos eventos a lo largo del año, ya sean bodas, reuniones familiares, encuentros empresariales, cumpleaños, jubilaciones... Eso sí, siempre trabajarán con grupos previamente concertados.
Los nuevos gestores del hotel han buscado la colaboración de los responsables de una empresa con una larga y consolidada experiencia en el mundo de la restauración vinculada a grandes citas para impulsar esa parte del negocio en la reapertura.
Fue una propuesta que, desde el primer momento, captó la atención de los responsables del Monasterio del Espino, que tienen previsto incluso diseñar una agenda propia de actividades para reactivar un espacio con muy poco uso en los últimos años, más allá de acoger alguna charla, la muestra de educación Expouniversitas, que organiza el propio colegio; o algunos de los conciertos del I Festival de Música de Cámara y Órgano Gregorio Solabarrieta, celebrado el pasado mes de julio.
El Convento se convertirá en un espacio más a atender con su catering, ya que todos los platos se seguirán elaborando en las cocinas del Espino, como vienen haciendo cuando les contratan, por ejemplo, en algunas bodegas de La Rioja u otros espacios emblemáticos de la provincia de Burgos, para que se encarguen de los menús. Sin bien, en este caso, su intervención irá un paso más allá, porque serán ellos mismos los promotores de las citas que se desarrollen en esa instalación, incorporando incluso una agenda cultural propia.
«Éste entendemos que es un proyecto complementario al del Espino, que fortalece la oferta de Miranda y engrandece la ciudad, porque quedan pocos edificios de este valor patrimonial. Estamos encantados de que vuelva a abrir las puertas para todos los mirandeses y visitantes de la ciudad», explicó el responsable de la empresa que se encargará de la restauración, Koldo Madariaga.
En su opinión, el complejo tiene una gran potencialidad. «Es un balcón natural de la ciudad, desde un paraje natural muy amplio, que para muchos mirandeses es un gran desconocido; y que, además, alberga un convento franciscano de más de 500 años. Intentaremos hacer todo parte de nuestra actividad hostelera», apuntó; al tiempo que ponía de relieve que «poder disfrutar de un espacio de estas características siempre es un atractivo más para venir a Miranda».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.