Miranda reunió a 700 encajeras

Estaba emocionada, como el resto de sus compañeras porque no había fallado ninguno de los grupos que se había inscrito y porque «a medida que avanza la mañana vemos que es mucha la gente que se está acercando para ver el encuentro. Estamos muy contentas y queda claro que el esfuerzo de organizar todo esto ha merecido la pena».

El de este domingo fue el decimonoveno encuentro, lo que habla de la consolidación del evento que en cuanto a participación de encajeras ha llegado a su topo porque «aunque podríamos reunir a muchas más encajeras nosotras no podríamos asumir la organización con mas gente. Queremos que la cita no nos sobrepase y nos salga bien, y con este tope que hemos establecido estamos más que satisfechas».

Pili Narro no quiso dejar pasar la ocasión para agradecer «el trabajo que hace el personal del Ayuntamiento y de este pabellón para que todo salga bien. Sin ellos sería imposible, necesitamos mucha ayuda y están para lo que necesitemos», y también el apoyo de «Ayuntamiento, Diputación y patrocinadores»

Lo que sí está cambiando a medida que pasan los años es la procedencia de algunos grupos. A los habituales de localidades de Castilla y León, Asturias, Cantabria y País Vasco, se han unido algunos llegados desde Galicia,Madrid o Alicante. Todos ellos aprovecharon para hacer turismo por la zona en los días pasados y cerrar la 'excursión' con el encuentro de Miranda, como era el caso de la asociación Mare Nostrum de la ciudad levantina.

Era la primera vez que estaban en la cita mirandesa, y su presidenta, Antonia Revidiego, apuntó que «cada año vamos a un lugar alejado de nuestra zona para hacer bolillos y conocer a otras compañeras para intercambiar ideas y labores».

Para ellas encuentros como el de Miranda sirven para «que nos comuniquemos entre las distintas asociaciones y entablemos relaciones para conocer qué cosas se hacen en otros lugares y seguir avanzando. En estos encuentros se hacen amistades, te llevas recuerdos de labores de otros que nosotros ponemos en nuestra exposición, son muy positivos».

De la cita organizada por la Asociación de Encajeras de Miranda dijo que estaba resultando una «grata experiencia. El ambiente es fabuloso y el lugar extraordinario ».

Dado que su fórmula de adquirir experiencias distintas a las que experimentan en su zona es viajar cada año a un lugar diferente, las nueve mujeres que llegaron desde Alicante de momento no volverán a Miranda, pero sí recomendarán a otros grupos con los que ellas se relacionan «que se acerquen alguna vez, nos han tratado y nos han recibido de maravilla. No se puede pedir más. Es un encuentro muy interesante, con mucha gente».

Y para que o bien participantes o bien visitantes pudieran adquirir material había puestos como el de Marina Pena , que lleva viniendo desde el primer año del encuentro y lo hace desde Coruña. Tenía «material para que las bolilleras puedan hacer su trabajo, hilos, bolillos, separadores, y tengan la posibilidad de reponer el que se les va desgastando».

Venir desde Galicia supone un esfuerzo y aunque «unos años compensa y otros no tanto», está claro que sigue viniendo porque «es una cita en la que nos encontramos muy a gusto». Se mueve por todo el país y lo que le entristece un poco es que «cada vez se ve que hay menos gente joven».

A la cita no faltó el concejal de Cultura Carlos Diez Javiz que recordaba que los inicios coincidieron con su etapa como archivero y «me pedían que les organizara rutas turísticas. Conozco el encuentro desde que se inició y es una satisfacción ver que es una cita que está en la agenda de las asociaciones de encajeras de todo el país». Es así y por eso en el Multifuncional el sonido de los bolillos se mezcló con acentos muy diversos.