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Raúl Canales
Sábado, 18 de enero 2025, 00:03
La infructuosa búsqueda de Marisa en la iglesia evangélica es otro capítulo de una larga historia que no parece tener final. La desaparición de la ... mujer ya fue juzgada, y los dos principales responsables pagaron por ello, ya que el exmarido fue condenado a 14 años y 4 meses de prisión, mientras que su cómplice ha pasado ocho años entre rejas.
Sin embargo, solo fueron juzgados por un delito de detención ilegal, a pesar de que desde el primer momento se trabajó con la hipótesis de que Marisa estaba muerta. Sin cadáver, no había posibilidad de acusarles de asesinato.
Por eso la búsqueda del jueves podía abrir un nuevo escenario legal. Si se hallasen los restos, Rafael Gabarri tendría que sentarse nuevamente en un banquillo y hasta podría ingresar de nuevo en la cárcel. Además, en función de los nuevos detalles que arrojara el caso podría salpicar a otras personas que quizá le encubrieron.
Que la búsqueda haya fracasado al no hallar el cadáver en la iglesia evangélica no quiere decir que no se pueda volver a intentar. De hecho, desde organismos oficiales se deja la puerta abierta a futuras diligencias si existen dudas razonables sobre el paradero de la mujer o aparecen nuevas pistas. Hay tiempo, ya que el caso no prescribe hasta 2029.
Según lo establecido en el artículo 131 del Código Penal, este tipo de casos prescriben tras dos décadas, «pero la celebración del juicio por detención ilegal interrumpe ese plazo», explican desde Herrero Alegre, despacho de abogados que representaron en su momento a la familia de Marisa. Aunque no pudieron lograr que Rafael Gabarri respondiera penalmente por asesinato, sí que consiguieron que se le impusieran las penas más altas para los delitos por los que se le juzgaba, un castigo que ha cumplido sin tener acceso a rebajas ni beneficios penitenciarios. Gabarri salió definitivamente de prisión en 2023.
Marisa desapareció en diciembre de 2004, pero los responsables no se sentaron en el banquillo hasta febrero de 2009, ya que el periodo de instrucción fue muy largo por las circunstancias que rodearon al caso y porque durante mucho tiempo se buscó a la mujer en diferentes lugares, sobre todo en el entorno del vertedero y San Juan. El sumario constaba de más de 4.000 folios y por el estrado pasaron cerca de cincuenta personas, entre los siete acusados, peritos y testigos.
La sentencia se conoció en marzo de 2009. Con estas fechas en la mano, el caso no prescribirá legalmente hasta dentro de cuatro años, por lo que las fuerzas de seguridad todavía tienen tiempo de hallar pistas que permitan dar con el paradero de Marisa. Más tarde de esa fecha, aunque ya se encontrara el cuerpo, sería casi imposible condenar al culpable.
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