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María Ángeles Crespo
Sábado, 25 de enero 2025, 23:32
Han pasado ya veinticinco años «y parece que fue ayer», cuando en la parroquia de El Buen Pastor se puso en marcha por primera vez la campaña misionera solidaria «para ser una ayuda para avanzar en una cultura de la solidaridad y crecer en la ... concienciación de justicia con los más pobres». En este tiempo han sido varios los proyectos que se han hecho realidad en lugares en los que misioneros mirandeses desarrollan su labor.
Este año la vista y el esfuerzo se ha fijado en República Centroafricana, concretamente en la diócesis de M'baïki que es donde ejerce como obispo Jesús Ruiz Molina, mirandés que fue ordenado sacerdote en El Buen Pastor en 1987. Ayer fue su hermano Juan María el encargado de presentar qué es lo que se quiere realizar y de pedir la ayuda que se precisa –hablando en términos crematísticos son 8.000 euros–, para hacer realidad «un taller de soldadura en el que trabajará un joven pigmeo del pueblo Aka al que se ha formado. Aunque pueda parecer que una iniciativa así beneficia a pocos, no es así porque servirá para que sean muchos los que podrán acudir a este taller sin necesidad de desplazarse a otros que están a muchos kilómetros».
Y al margen del mayor o menos número de beneficiarios, en lo que puso el acento fue en que el proyecto se llama 'Toda persona tiene dignidad' porque «aunque para nosotros sea algo lógico el pueblo Aka sufre una discriminación tremenda y lo que se busca ayudándoles es retornarles esa dignidad que tienen y que se les quiere quitar».
El proyecto se presentó ayer durante un café tertulia en el que también se habló de cómo han ido avanzando los trabajos que se han hecho en estos últimos veinticinco años. La cita fu, por así decirlo, la primera de un fin de semana en el que los feligreses de El Buen Pastor también se han encontrado hoy con la visita de dos seminaristas de la diócesis de M'baïki, que están cursando sus estudios en Burgos. «Formar al clero local aquí, porque allí no tienen seminarios, es también otra manera de ofrecerles esa ayuda que necesitan y que nosotros podemos prestarles». Se han encargado de hablarles de su realidad durante la celebración de las misas.
También hoy, a partir de las doce y media, «y para dar un aire un poco festivo a la celebración de los veinticinco años del comienzo de los proyectos», tienen los mirandeses la posibilidad de hacer una aportación económica para el proyecto del taller de soldadura adquiriendo y degustando pinchos solidarios, que costarán dos euros. Y para incrementar la cuantía de la recaudación, también se venderán calendarios.
El proyecto se ha visto en imágenes gracias a la exposición de fotografías que ha permanecido durante una semana en la parroquia, y se ha conocido gracias a las explicaciones que ayer ofreció Juan María Ruiz Molina, que recordó que este tipo de ayuda cobra más valor en estos tiempos convulsos. «Nos basamos en las palabras del papa Francisco de acoger, proteger, promover e integrar, que se contraponen a no acoger, perseguir, expulsar y maltratar». En El Buen Pastor están dispuestos a seguir moviéndose con quien lo necesite.
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