Bus Miranda alega «problemas» para cumplir con el servicio del urbano

Así, la empresa responsable señala que la línea completa que une El Lago con el Hospital Comarcal Santiago Apóstol, así como su regreso, que engloba un trayecto de entorno a 20 kilómetros, ha de completarse en un total de 60 minutos, saliendo cada media hora desde los puntos, según lo pactado en el contrato (casi diez kilómetros de recorrido en media hora, con 25 paradas en cada sentido de la línea principal). Sin embargo, el límite de velocidad en el interior de la ciudad está marcado en 30 kilómetros por hora, 50 en el exterior, por lo que, atendiendo a las 40 posibles paradas que ha de realizar el autobús urbano a lo largo de la línea, «no podemos perder ni un minuto».

En este punto, Bus Miranda enfoca el grueso del problema en el tramo de itinerario que atraviesa la callle Ciudad Jardín: «Nada más empezar la concesión nos encontramos con que este tramo es intransitable para los nuevos autobuses, que no pasan debido a dos terrazas que se encuentran enfrentadas».

Ante este escenario, la concesionaria plantea dos posibles soluciones al Ayuntamiento de la ciudad. En primer lugar, para cumplir con el horario de 60 minutos acordado en el contrato, la firma propone eliminar el itinerario por Ronda Ferrocarril de la línea El Lago-Hospital, por lo que el autobús debería continuar por Carretera Logroño cuando llegue al cruce de esta vía con Arenal.

Por otro lado, en caso de no querer suprimir este segmento, Bus Miranda pone sobre la mesa ampliar el itinerario por calle ciudad de Haro, cruzando el semáforo de calle Estación y continuando por Ronda del Ferrocarril «pero con la consecuencia de que no se cumplirán los horarios, lo que causará perjuicios a los usuarios y desajustes en los horarios de toda la concesión».

De esta manera, la empresa responsable del servicio de transporte urbano da a elegir al Consistorio entre mantener el horario de 60 minutos y suprimir un tramo de la línea o, por el contrario, ampliar el recorrido de El Lago-Hospital en detrimento del tiempo total que tardará el transporte público para llevarlo a cabo.

En otro orden de novedades, Bus Miranda también ha trasladado al ente municipal una serie de peticiones para poder conciliar los horarios y los itinerarios pactados. Una de ellas hace referencia a «solucionar el problema de las terrazas de loes establecimientos de Ciudad Jardín», las mismas que dificultan el paso de los autobuses.

En segundo lugar, como adelantó EL CORREO en noviembre, aboga por la creación de plataformas de hormigón que salgan a buscar al vehículo a su paso por la calzada en Arenal y Ramón y Cajal, dos arterias de la ciudad, para que los usuarios accedan a cota cero y el autobús pueda incorporarse al tráfico sin perder tiempo.

La empresa titular del servicio pone sobre la mesa otras medidas como «dejar en ámbar el semáforo de San Agustín, facilitar el acceso a Arenal, que no aparquen vehículos que sobrepasen la línea azul de aparcamiento (carga y descarga en Correos) que impidan el tránsito; y vigilar los horarios de recogida de residuos».