Mirajazz cederá un espacio a los artistas de Miranda y busca captar socios jóvenes
La asociación habilitará la entrada a la Fábrica de Tornillos como sala de exposiciones para impulsar otras disciplinas además de la música
Raúl Canales
Miranda de Ebro
Martes, 7 de octubre 2025, 23:58
Mirajazz ha conseguido lo que hace muchos años parecía imposible, que la ciudad tenga una programación que nada tiene que envidiar a las grandes capitales. ... A lo largo de casi dos décadas y más de 300 conciertos, por las tablas de la Fábrica de Tornillos han pasado figuras como Jorge Pardo, Chano Domínguez o Melon Lewis.
Pero la asociación quiere dar un paso más en su empeño por impulsar la cultura, y en la nueva temporada ofrecerá un espacio a los artistas locales. No solo a los músicos, que la mayor parte de los talentos emergentes de la ciudad han tenido siempre el respaldo del colectivo, sino de otras disciplinas.
La idea es que en la zona de la entrada, en la que suelen colgar fotografías del festival, luzcan obras de arte. Miranda cuenta solo con la Casa de Cultura como sala de exposiciones lo que limita mucho las oportunidades para los artistas, que se han quedado sin lugares en los que mostrar su trabajo tras el cierre de las salas que regentaban las cajas de ahorro y algunos comercios que cedían un espacio. Solo algunos bares ofrecen sus paredes ocasionalmente para exposiciones. «Es una buena oportunidad para que se pueda conocer el talento local y para que los espectadores que van a nuestros conciertos puedan disfrutar de otra faceta cultural», asegura José Luis Montoya, miembro de Mirajazz, quien está convencido de que la propuesta tendrá buena acogida.
Pero no es la única novedad que prepara Mirajazz para la temporada que arranca la próxima semana. La asociación ha logrado sortear el problema de la limitación de aforo de la Fábrica de Tornillos tras la adaptación a la normativa que rige ahora el recinto. Y como destaca Montoya, lo ha hecho «sin subir los precios de las cuotas ni de las entradas».
A pesar de que ahora no pueden superar los 200 espectadores, lo que dificulta mucho poder cubrir los cachés de los artistas, Mirajazz ha sabido reinventarse para seguir conformando un cartel atractivo a unos precios muy asequibles para el público. Pero conscientes de que la media de edad que acude a sus conciertos es muy alta, ha lanzado una campaña para captar socios jóvenes.
Así, quienes tengan menos de 30 años, pagarán solo 30 euros anuales y tendrán acceso a los nueve conciertos de la temporada. Es decir, que cada actuación tendrá para ellos un coste de poco más de tres euros. «Creemos que es un precio que todo el mundo puede pagar y que brinda una oportunidad única para acercarte al mundo del jazz y ver si te gusta», apuntan.
El objetivo es romper con muchos de los mitos y clichés que rodean a este estilo musical y que le alejan de las nuevas generaciones. «Parece que el jazz es solo para gente muy culta y para personas mayores, pero hay muchas personas que cuando lo escuchan, se sorprenden porque quitan esa idea de que es un género aburrido y habitualmente les gusta mucho», explica Montoya.
El encargado de levantar el telón de la nueva temporada de Mirajazz será Román Filiú el viernes 17 de octubre a las 21.00 horas. Nacido en Santiago de Cuba, su carrera le ha llevado de su tierra de origen hasta los mejores escenarios de Madrid o Nueva York, además de colaborar con leyendas como Chucho Valdés, Pablo Milanés o Steve Coleman.
En Miranda estará secundado por el cuarteto Suite Oriental, ya que al saxofonista cubano le acompañarán dos violines, una viola y un violoncello. Román fusiona la riqueza de la música cubana (trova, son, tumba...) con la frescura del jazz contemporáneo, en un formato que «oscila entre la improvisación del jazz y la delicadez de la música de cámara», definen desde la organización.
En noviembre será el turno de Noa Lur mientras que el año lo cerrará Lluis Coloma. Las entradas para los socios cuestan 12 euros y los no socios pagan 15 euros por acceder a la Fábrica de Tornillos.
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