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Toni Caballero
Miranda de Ebro
Viernes, 11 de abril 2025, 00:04
Un coche circulaba el pasado martes 1 de abril, sobre las siete y media de la tarde, por el Camino de Anduva con dirección al ... Polideportivo municipal. Por delante, un patinete eléctrico marchaba en la misma dirección con un joven de 12 años a cargo del manillar del transporte de dos ruedas. Sin embargo, lo que parecía una escena habitual más del tráfico diario por carretera acabó derivando en un accidente que estremeció a propios y extraños entre las dos instalaciones deportivas municipales, Anduva y el Polideportivo.
Según explican varios testigos de lo sucedido que han preferido mantenerse en el anonimato, encima del patín eléctrico «iban dos chavales» y, al saltar el primero en marcha para bajarse, el conductor se habría desequilibrado «hacia la izquierda» desembocando en el golpe con el coche, «que estaba intentando adelantar para esquivarle».
En esta línea, y siempre de acuerdo a la versión de varias personas presentes, que concuerda en gran parte con el informe policial, según ha podido confirmar ELCORREO, los jóvenes también circulaban «sin casco», vulnerando así dos de las principales reglas de la nueva normativa de tráfico: ir más de uno en el patín y ambos sin protección.
La colisión del coche propició que el joven conductor cayese al suelo y, como consecuencia de ello, se fracturase la tibia, el peroné y el cráneo, aunque esta última lesión ya se detectó en el centro sanitario y, aparentemente, no revistió de tanta gravedad como la propia nomenclatura puede dar a imaginar.
Los agentes de Policía Local de Miranda fueron los primeros en personarse en la zona para asistir al joven hasta que llegó la ambulancia. A la postre y como consecuencia de las lesiones originadas por la caída, fue trasladado a la UCIdel Hospital Universitario de Burgos previo paso por el Santiago Apóstol para una primera intervención. Tras un breve periodo de observación y algo más de una semana internado, abandonó el hospital ayer.
Diferencias
Cabe destacar que el conductor del coche se quedó en todo momento auxiliando a la víctima en compañía de los testigos que presenciaron el accidente. Asimismo, colaboró, «visiblemente afectado» por lo sucedido, con los agentes municipales y arrojó resultado negativo en la prueba de alcoholemia.
En otro orden de novedades, ELCORREOtambién ha podido conocer que la familia del menor se ha puesto en contacto esta misma semana con el Club Deportivo Mirandés para solicitar la grabación de las cámaras de vigilancia del club, ya que tiene dispuestos varios sistemas de seguridad en el entorno del estadio, y al parecer no estaría conforme con la informe policial y quieren esclarecer los hechos.
Por ende, se abre ahora una ventana para depurar responsabilidades y determinar si existe o no algún tipo de culpabilidad, por lo que todo apunta a que, de no acabar coincidiendo las distintas versiones, el accidente podría acabar en la vía judicial. Sea como fuere, el aparatoso choque acabó con un joven de 12 años herido y vuelve a poner sobre la mesa la problemática de los patinetes eléctricos.
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