Las guarderías privadas piden a la Junta garantías de continuidad a largo plazo

Poder mantener las puertas abiertas a futuro y con garantías tienen claro que está en manos de la Junta, a la que reclaman, además del incremento de un 25% de la cantidad que reciben por cada plaza gratuita que ofertan sus centros, un compromiso de continuidad. Demanda que implica una garantía de que no se van a seguir abriendo curso tras curso nuevas aulas de 1 a 2 y de 2 a 3 años en los colegios de Infantil y Primaria.

«Si se opta por crear más clases para esas edades en los centros públicos, vamos a la extinción. Queremos que nos aseguren que no van a acabar con el sector y que nos den un periodo de 5 o 10 años de continuidad», aseguró Vanesa Liébana, directora de La Granja de Otto; que considera injusto que ahora se las 'utilice' porque las necesitan para ofrecer las plazas que no pueden cubrir y que según se amplíen en colegios, se les dé de lado.

«No entendemos por qué habiendo centros especializados, con experiencia sobrada en un ciclo de bebes, con necesidades muy diferentes a los de niños más mayores, se les envía a los coles», argumentó.

Pero si esa va a ser la política a seguir, quieren saberlo ya y no dentro de unos años cuando se hayan metido en más gastos y créditos para adaptar las instalaciones de las guarderías a las exigencias que marca Educación, Consejería de la que dependen ahora, y que son distintas de las de Familia, que es a las que estaban vinculadas con anterioridad.

«Hay muchas exigencias para los centros infantiles, y pocas para otros, porque los colegios que este año cuentan con aula de 2 a 3 años no han recibido ni material ni el mobiliario necesario», reprochó.

Todas estas dudas se las han transmitido a la alcaldesa, Aitana Hernando; y a la concejala de Cultura, Montse Cantera, con las que se han reunido esta semana y que se han comprometido a ser su altavoz ante Educación. De hecho, la regidora mirandesa ya ha remitido una carta al director provincial del área, José Antonio Antón, para solicitarle una reunión en la que abordar la situación y buscar su implicación para garantizar la supervivencia de los centros infantiles de la ciudad.

También el consejo escolar de Las Matillas ha trasladado su malestar a Hernando por el hecho de que el centro vaya a perder el vestíbulo y un porche para crear un aula de 1 a 2 años. Una decisión impuesta por la Junta.