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Raúl Canales
Jueves, 15 de junio 2023
Durolac abrirá sus puertas en septiembre. La que será la tercera planta en la ciudad del grupo Alibérico, que también tiene Alucoil y Alintra Systems, apostará por la innovación para llenar un hueco de mercado que ahora mismo no existe como el una línea de pintura para el tratamiento y el revestimiento de metales en «cantidades pequeñas, calidad alta y plazo de entrega corto», asegura Clemente González Soler, presidente de la compañía.
La fábrica, que ha sido diseñada por el departamento de I+D+i, afronta ya la fase final de pruebas por lo que después de verano comenzará a producir, generará cerca de 30 empleos directos.
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Su puesta en marcha forma parte del plan de expansión seguido por el grupo, que en los últimos tres años ha invertido más de 100 millones de euros para afianzar su presencia en todos los rincones del planeta. Desde las plantas de Miranda, se exportan productos a infinidad de países y se ha abierto, con el apoyo de la oficina comercial de Australia, un mercado muy importante en Asia. En Singapur, Tailandia, China o Corea es posible encontrar productos salidos del polígono de Bayas.
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T. C.
Una de las claves del crecimiento experimentado por el grupo está en la decidida apuesta por la innovación y la tecnología propia. Eso ha permitido diversificar el negocio y duplicar las ventas en apenas cuatro años. El material de Alibérico se encuentra en laboratorios, interiores de ascensores, armarios de refrigeración, marquesinas de paradas de autobuses, envoltorios de bombones, baterías de coches o cápsulas de botellas de vino.
Entre los últimos avances destaca la comercialización de quirófanos modulares, lo que ha supuesto una revolución para el mundo sanitario al permitir disponer de instalaciones ajustables a las necesidades y de rápido montaje. Es una idea surgida durante la pandemia, cuando fue necesario reconvertir el recinto ferial de Ifema en un hospital de campaña y Clemente González entendió que era necesario dar soluciones al problema de la falta de espacios en muchos centros médicos del país. Una vez más, Miranda se ha convertido en un referente ya que los paneles modulares para los quirófanos se fabrican en Alintra Systems.
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El crecimiento exterior de Alibérico ha estado acompañado de un proceso de mejora interna que ha llevado al grupo a invertir en un proceso con el que pretende alcanzar la total independencia y autosuficiencia. «Estamos en un mundo en el que cada vez hay más incertidumbre en todos los niveles y en el que se valora más la garantía y fiabilidad del suministro en los plazos acordados», analiza González Soler, protagonista del Foro Empresarial de Miranda de Ebro organizado por EL CORREO, con el apoyo del Ayuntamiento de Miranda de Ebro, Miranda Empresas, Laboral Kutxa y Renfe.
El objetivo de la compañía que encabeza es controlar toda la cadena, para lo que jugará un papel relevante el centro de economía circular que inaugurará en los próximos días en Sabiñánigo, al que irá a parar toda la chatarra de todas las plantas del Alibérico y de los clientes, para convertirlas nuevamente en material útil con el que producir. Con esta inversión, el grupo reducirá al mínimo la compra de materia prima exterior y podrá ser autónomo.
Crecimiento sostenible
González Soler es un ejemplo de empresarios que apuestan por Miranda. Desde que en 1996 abrió su primera planta «sin paredes porque no teníamos dinero para completar la nave», el grupo ha crecido. A Alucoil le siguió Alintra Systems y en septiembre se sumará Durolac. Mucho ha llovido desde aquel primer pedido a Suiza, pero a pesar de estar presente en todos los continentes, el presidente de Alibérico sigue creyendo que la ciudad es un lugar idóneo para invertir y destaca las facilidades que ha encontrado siempre en las administraciones. «Miranda siempre ha sido un centro de gravedad del PIB estatal, tiene una posición privilegiada para exportar y cuenta con empresas auxiliares muy buenas», asegura.
Consciente de que el consumo de aluminio crecerá un 80% en los próximos años, González Soler siempre está pensando en el futuro. Lejos de recrearse con lo conseguido hasta la fecha, la palabra innovación guía siempre sus pasos. Siempre busca ir un paso más allá para hacer realidad lo que otras compañías ni se atreven a imaginar.
Desde su dilatada experiencia cree que los empresarios deben adoptar una postura activa en la sociedad, no solo en sus empresas porque «somos responsables del modelo de país que queremos ser». También ser más partícipes en la formación para definir los perfiles profesionales que serán necesarios a medio plazo y apostar por «cadenas de mando que sean flexibles y que tomen decisiones, sin miedo a equivocarse».
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