Las ferias dan un impulso al comercio local al congregar cerca de 60.000 personas

Los números dan la razón a la edil. Durante el último año cerca de 60.000 personas, de todas las edades, asistieron a las ferias, una cifra que refleja el éxito de esta modalidad. Sin duda, el evento más masivo es el Mercado Medieval, que reúne por las calles de la Parte Vieja a 10.000 personas, muchas llegadas de fuera y que aprovechan para conocer la ciudad.

Los siguientes eventos en la lista son la Feria de Navidad (8.000 asistentes) y la del 1 de Mayo (7.000), dos citas con arraigo. La feria del Automóvil, las Flores o el Libro están lejos de esos números pero han recuperado parte de su esplendor. Son el ejemplo de las luces, aunque también hay sombras, ya que la feria del Ángel vive un declive imparable. Esta edición ni siquiera tuvo cabezas de caballo expuestas ya que el único ganadero que vino prefirió no bajar los animales del camión para evitar gastos al ver que no iba a tener ninguna opción de cerrar tratos.

La decadencia de la feria con más tradición no es algo nuevo, aunque cada año es más acusada, motivo por el que el Ayuntamiento estudia fórmulas que puedan reflotarla antes de que se pierda definitivamente.

Sobre la mesa ya hay varias propuestas, aunque será el próximo equipo de Gobierno el que deberá decidir sobre el futuro de una cita que décadas atrás era una de las jornadas más esperadas por los mirandeses, al ser un hervidero de gente, pero que actualmente no tiene nada de tirón. En otras localidades del entorno hace tiempo que se paga a los ganaderos un dinero fijo para garantizar su participación. Es una opción que también contempla la administración local, aunque antes se apurarán otras alternativas.

La que parece descartada es la de recuperar la muestra de maquinaria agrícola porque «los tiempos han cambiado y ahora todo se hace por internet. No es como antes, que para comprar un tractor tenías que esperar a este día», asegura Busto, quien aconseja a su sucesor que apueste por complementar la feria con actividades paralelas. La línea a seguir es la del 1 de mayo, que gracias a las exhibiciones ecuestres, ha levantado. En este caso, se plantea la posibilidad de abrir la exposición a otros animales que no sean caballos e incluso acercar a los colegios a través de una muestra didáctica de animales de granja.

El primer paso para potenciar las ferias fue crear una concejalía específica. A partir de ahí, Inés busto ha conseguido incrementar la partida anual, que esta legislatura ha pasado de 29.000 a 38.000 euros. Aún así, toca tirar de ingenio porque es una cifra muy ajustada para todos los eventos que hay que programar. «Es un dinero muy bien invertido porque la repercusión económica que tiene para el comercio y la hostelería es mucho mayor», defiende la edil, que valora que además de las citas propias, el Ayuntamiento colabora con otras asociaciones en la celebración de la feria de las tapas, la gastronómica o la del descuento. «A los mirandeses nos gusta la calle. La experiencia dice que salimos tarde, por eso los actos no pueden ser a primera hora, pero luego todo lo que se hace tiene muy buena acogida si es original», resume.