Familias de Las Matillas vuelven a reclamar mejoras en los baños del colegio de Miranda
Lamentan que «están igual que el pasado año» e instan a Educación y al Ayuntamiento a garantizar unas condiciones mínimas
Cristina Ortiz
Jueves, 25 de septiembre 2025, 00:07
Ni con escritos a la Dirección Provincial de Educación, ni reiterando la petición en el Consejo Escolar ante concejales municipales, ni saliendo en el periódico. ... Las familias de alumnos del colegio de Las Matillas ya no saben qué hacer para que alguien adecente los baños del centro y coloque las tapas de los inodoros. Sólo hay una, de las 26 que debería haber; y porque, aseguran, la compró la Jefatura de Estudios después de que un alumno resbalara y cayera dentro de la taza. El resto se han ido rompiendo en los últimos años, pero como no se han repuesto ya no hay ninguna.
Un problema, como las grandes manchas de cal de los sanitarios, o la barra oxidada y rota del baño de discapacitados, que confiaban tener solucionado al inicio del curso; pero no. En verano sólo se ha pintado el aula de música, y los baños siguen dejando mucho que desear para algunas familias que han decidido hacer público de nuevo su malestar ante la ausencia de soluciones a lo que consideran un problema importante de falta reiterada de mantenimiento.
El curso pasado, en el mes de marzo, desde el Consistorio sí pidieron a todos los centros que enviaran un listado con todas sus necesidades para pedírselas a Educación; de quien, para empezar, habían conseguido que se comprometiera a pagar las tapas de los inodoros. Pero siguen sin llegar.
«Las llevamos reclamando desde 2017, han pasado 8 años y siguen sin estar. Se supone que las compra Educación y las coloca el Ayuntamiento; pero la realidad es que se pasan la pelota de uno a otro y están sin poner», denuncian una vez más sin saber ya a qué puerta llamar para que se atiendan unas mejoras básicas, que no requieren grandes inversiones, pero que son esenciales en un centro educativo por el que a diario pasan centenares de niños y que, además, es referente en la ciudad para la matriculación de alumnos con problemas motóricos.
Siendo eso así también se cuestionan por qué siguen esperando a que se coloque una barandilla en las escaleras, se dibuje una segunda plaza de estacionamiento con reserva para discapacitados o se mejoren algunas rampas de los accesos.
«No estamos pidiendo el oro y el moro, sólo cosas básicas y elementales para cualquier centro educativo, como unas tapas de plástico. Ni siquiera, reclamamos todas a la vez, pero al menos que vayan poniendo algunas». Y sin tener que esperar «ocho años», como para la renovación de los columpios, que tienen claro que la Junta acabó haciendo porque «se cayó una niña al romperse una madera podrida».
No les sirve que les digan que no hay dinero ni en Educación ni en el Ayuntamiento. Recuerdan que se han gastado mucho más dinero en material para las aulas de 1 y 2 años que «nos han impuesto en el centro» y que a la administración local «le sobran 25.000 euros» para presupuestos participativos. «Es la gota que ha colmado el vaso», aseguran.
Tampoco quieren entrar en peleas políticas sobre quién tiene que asumir qué gasto en función de si es una inversión o mantenimiento, sólo que el centro reúna unas condiciones mínimas que entienden que ahora no cumple. «Es algo primordial».
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