Las donaciones de sangre se sitúan en Miranda en 1.103 durante el año 2024

Aun cuando el incremento no haya sido especialmente significativo «y sigamos añorando aquel 2015 en el que llegamos a las 1.683», porque el aumento en relación con el 2023 sólo ha sido de cinco donaciones «tenemos que valorar que el dato que manejamos en relación con Miranda es positivo. En el último año se ha superado la barrera de los 1.100 y conseguimos concretamente 1.103», anuncia el presidente de Hermandad Provincial de Donantes de Sangre, Francisco del Amo.

Para llegar a esa cifra y dejar atrás el triste récord negativo que se registró en 2022 cuando sólo se pudieron computar 894 donaciones, los mirandeses han acudido al Centro de Salud Miranda Este los segundos y cuartos domingos de cada mes. Los han hecho de forma regular durante todos los meses siendo agosto el que registró una mayor afluencia de donante, ya que hubo hasta 138. Por encima de las cien se estuvo también en enero con 128, en abril, que fue el mes en el que se realizaron 104 y en octubre con 111. El peor dato del pasado ejercicio se produjo en julio, ya que en las dos sesiones de donaciones sólo se consiguieron 65.

Y Francisco del Amo desataca aún más que se haya producido un incremento «aunque leve» porque tiene claro que desde el Centro de Hemoterapia «se tiene bastante abandonada a Miranda», en todos los aspectos.

Considera que al donante mirandés «se le trata mal y, además, como tiene muy cerca la posibilidad de hacer donaciones en Álava, hay muchos que se van, así que tenemos que trabajar para que Miranda vuelva a ser lo que fue

Por eso, y para revitalizar la actividad en la ciudad y trabajar en el incremento de donaciones, conservar y superar paulatinamente las 1.100, incide el presidente de la Hermandad de Donantes de la provincia en que «es prioritario y urgente que volvamos a tener cuanto antes un delegado».

Hace la petición a todos los donantes, a los que garantiza que «quien coja las riendas tendrá nuestro apoyo en los comienzos para que vaya tomándole el pulso al trabajo». Apunta también que disponer de un delegado es imprescindible para «cuestiones tales como por ejemplo poder pedir subvenciones. Ahora esa vía la tenemos cerrada».

Ese es un reto y otro el conseguir «el ansiado monumento a los donantes. Tenemos una plaza y conseguirlo sería un sueño. El problema es que sería muy costoso y necesitaríamos que si algún artista tiene un proyecto nos lo presente y ya veríamos a ver.