La deuda de Montefibre supera los 17 millones y la plantilla ya negocia su salida

La situación económica de la compañía ha obligado a presentar concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos, tras buscar sin éxito un socio que aporte el capital necesario para llevar a cabo la transformación a fibra de carbono, paso inevitable para recuperar la actividad.

La deuda de Montefibre supera los 17 millones de euros, una cantidad a la que no puede hacer frente por no disponer de liquidez. Será necesario desmantelar la planta y vender todos los elementos posibles para obtener dinero y pagar así a los acreedores.

Por este motivo, expertos autorizados por el administrador concursal han visitado en los últimos días las instalaciones, con el objetivo de hacer un inventario detallado de los bienes a los que se podría dar salida en el mercado.

Debido a la incertidumbre que se respira entre la plantilla, y ante la ausencia total de explicaciones por parte del presidente de Praedium, que desde hace meses evita reunirse con los trabajadores, el comité mantuvo el lunes una reunión telemática con el administrador encargado del proceso de liquidación para conocer de primera mano su futuro. El objetivo es acordar cuanto antes el despido de las cerca de cuarenta personas que aún trabajan en las instalaciones y a los que se adeudan más de cinco nóminas.

La intención es firmar una indemnización de 20 días por año trabajado, aunque eso no garantizaría el cobro de la misma. Y es que según establece la legislación concursal, una vez que se comunique al juez encargado del caso que no existe dinero suficiente para cubrir todas las deudas, se establece un orden de pagos en el que lo primero que se abona son los gastos imprescindibles para llevar a cabo la liquidación, es decir los necesarios para garantizar el mantenimiento y seguridad de los activos durante el proceso.

A partir de ahí se paga a los trabajadores, pero solo una parte de la deuda, que casi con toda probabilidad deberá cubrir Fogasa, que luego se subrogará para intentar recuperar lo adelantado. Las indemnizaciones por despido pasarán a engrosar la lista de acreedores ya sin ningún tipo de privilegio, por lo que para que los empleados puedan percibir todo el monto deberán esperar a la venta progresiva de bienes.

Desde que Montefibre anunció su intención de presentar concurso de acreedores debido a su pésima situación económica, el proceso ha ido rápido. Al nombrarse el mismo administrador que en 2013, cuando la empresa estuvo a punto de la quiebra hasta que apareció Praedium, los plazos se han acortado. De hecho, la compañía ha tenido solo diez días para presentar sus cuentas y a lo largo de esta semana, el administrador deberá ultimar la hoja de ruta a seguir para liquidar la planta.

La única forma de que Montefibre evite el cierre definitivo es que aparezca un inversor dispuesto a poner otra vez en marcha la fábrica. La transformación a fibra de carbono ha sido valorada en alguna ocasión en 25 millones de euros por el presidente del grupo, pero si se ejecuta, todos los expertos coinciden en señalar que Montefibre podría tener viabilidad a futuro en el mercado.

40 empleados quedan aún en la fábrica, tras acometerse un ERE de extinción hace casi un año para reducir notablemente la plantilla.

5nóminas completas adeuda actualmente Montefibre a los trabajadores.