Detenido el sospechoso de los atracos con machete en comercios de Miranda

Ahora se le acusa de ser el atracador que hace poco más de un mes entró con un arma blanca de grandes dimensiones en la farmacia de la calle Real Allende y exigió a las dependientas que le entregaran la caja, un total de 200 euros. Aunque estaba oculto tras un pasamontañas, el suceso quedó grabado en las cámaras de seguridad. Pocos días después, hizo lo mismo en el quiosco de prensa que hay a escasos metros de la farmacia. Ese día se llevó un botín menor (110 euros) ya que era un domingo a primera hora de la mañana y apenas habían entrado clientes al establecimiento. Pero tanto el modus operandi como la descripción ofrecida por la propietaria del local, coincidía en ambos casos, por lo que las fuerzas de seguridad iniciaron una investigación para dar con su paradero.

La forma en la que escapaba de los comercios tras cometer el atraco, ya que salía caminando sin excesiva prisa y se perdía por las calles de la zona, hacían sospechar de que el delincuente conocía bien la ciudad y podía esconderse antes de la llegada de las patrullas policiales. Esta semana, Policía Nacional ha procedido a su detención tras conseguir una orden judicial para registrar su domicilio. En la vivienda localizaron escondida tras un armario la navaja de unos 25 centímetros de hoja, con la que presuntamente cometió los hechos investigados.

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El arma blanca es de origen naval, de grandes dimensiones, de punta afilada y diseño robusto, popular por su versatilidad y eficacia en usos variados. Además, durante el registro fueron intervenidas varias prendas de vestir que concuerdan con las que el autor de los robos portaba al momento de su comisión.

El detenido es un varón de aproximadamente 40 años y que en su momento fue condenado por encubrimiento en el asesinato de Fernando Martín, crimen por el que el autor del disparo cumple una larga condena de prisión pero que contó con la participación de otras dos personas que se encargaron de deshacerse del cuerpo en las lagunas de Montañana. El ahora detenido fue el encargado de intentar ocultar el cadáver, delito por el que se le impuso una pena de diez meses de cárcel.

Los dos acusados por encubrimiento confesaron durante el juicio su participación en los hechos y arrojaron mucha luz sobre el caso, lo que permitió condenar al autor del disparo mortal a 19 años de cárcel por el crimen y por tenencia ilícita de armas. Ahora, uno de esos sujetos es el principal sospechosos de los atracos cometidos con un arma blanca que han atemorizado al barrio en los últimos tiempos.