El desfile de carrozas de Miranda, a punto de desaparecer
Más que Matillas y Arco Iris se toman «un año de descanso» y sólo Trotamundos mantiene su compromiso
Cristina Ortiz
Miércoles, 4 de junio 2025, 19:17
Lleva años en la cuerda floja y éste puede ser el de la desaparición del desfile de carrozas de las fiestas patronales. Al menos en ... los términos en los que se viene desarrollando desde hace siete décadas, porque no tendría mucho sentido mantener un concurso con un único participante. Aunque haga dos.
Ésa es, ahora mismo, la realidad de una tradicional artesanal muy arraigada en la memoria de los mirandeses, pero con escasa implicación a la hora de meter horas, muchas de ellas durante verano, para dar forma a esas creaciones que aúnan imaginación, diseño y, sobre todo, trabajo, mucho trabajo. Y, además, concentrado en muy pocas personas, a las que les cuesta mucho encontrar apoyos de verdad, con compromiso a largo plazo.
Falta de implicación y acumulación de tareas que han llevado a dos grupos a tomarse un año de descanso y no participar en la edición del concurso de este año. No estarán en el desfile de septiembre. La decisión ya es firme. De hecho, Más que Matillas, ya lo ha hecho público a través de las redes sociales, para que si hay alguien que se anime a probar, como en el barrio hicieron hace unos años, cuente con su apoyo, tanto para prestar material como para resolver dudas o echar una mano.
El grupo ya paró en 2023, aunque el año pasado volvieron al certamen con el objetivo de seguir aportando su granito de arena para que la actividad no desapareciera del programa. Pero seguir haciéndolo, en este momento, les resulta imposible. La presidenta de la asociación de Vecinos, Verónica Fernández de Aránguiz, explicaba que «somos los mismos en todos los sitios, en las carrozas, las fiestas del barrio, Halloween, carnavales, Navidad... Necesitamos descansar física y mentalmente».
Evidentemente, reconocía que «nos da pena» no participar porque «probablemente se acabe perdiendo el desfile; pero también tiene claro que un grupo de ocho personas no puede encargarse de todo y no consiguen implicar a nadie más. No es fácil hacerlo cuando la oferta pasa por trabajar todo el verano para que la carroza esté lista de cara a salir a la calle en fiestas. «Es cierto que el día del desfile es muy bonito, tanto para la gente que va a verlo como para los carroceros. Es la mayor gratificación, pero es muy duro estar julio y agosto trabajando». Como también lo es que parte de la responsabilidad de que la tradición continúe pase porque los pocos que están, sigan. «Si hubiera 8 o 9 grupos no pasaría nada porque alguno parara un año».
Opinión compartida por Marcos Barrasa, de Arco Iris, que este año también ha decidido tomarse un respiro. Están cuatro personas para tirar del carro y ve «imposible salir a la calle» con una propuesta de un nivel mínimo para competir en el certamen. No es la primera vez que toman esa decisión, aunque cada vez que lo hacen les cueste más volver. «No hay ningún tipo de relevo y las carrozas tienen una calidad muy elevada que hace muy difícil que alguien se anime a participar desde cero. Nadie quiere meterse una pechada a trabajar todo el verano».
La suya es una decisión a la que han estado dando vueltas durante un mes pero que ya es firme y que ayer mismo iban a comunicar al Consistorio. «Vamos a parar un año y luego, ya veremos», avanzaba Barrasa; que recordaba que hace años que todo el mundo es consciente de que «las carrozas pendían de un hilo».
En solitario
Que de tres grupos dos deciden tomarse un descanso el mismo año, supone dar la puntilla a un concurso que lleva año languideciendo. No tiene ningún sentido mantener un certamen con un participante. En todo caso, se podrá plantear una exhibición, pero nada más.
La noticia pillaba por sorpresa al responsable de Trotamundos, José Ángel López, grupo que ya ha empezado a trabajar en dos ideas y que confiaba en que volvieran a ser tres los grupos participantes. «Vamos a competir con nosotros mismos», lamentaba; al tiempo que cuestionaba «si al Ayuntamiento le merece la pena continuar o no».
Tiene claro que no se trata de una circunstancia puntual, la falta de implicación de nuevos grupos es algo es un problema ya desde hace muchos años y sin relevo, la tradición está abocada a desaparecer. ¿Cuándo? Igual este mismo año. «Esto no tiene solución», reconocía, pese a que a su grupo sí que se ha incorporado en los últimos años algún jubilado.
Pero una tradición que recae en menos de una veintena de personas tiene los días contados y más, cuando es un trabajo altruista que exige mucha dedicación. «Hemos dicho más de una vez que esto está acabado, la muerte no sé quien la sentenciará».
Igual, la salvación pasa por volver al origen, a que grupos de amigos hagan pequeñas creaciones, mucho más simples, como se hacen en carnaval y se exhiban en San Juan del Monte, con las figuras humorísticas en el desfile. «Seguro que se animaba más gente», concluyó López.
El desfile se celebró por primera vez en las fiestas de la Virgen de Altamira en 1955, cuando la comisión de festejos se propuso incluir en el programa algún acto diferente y se optó por una actividad con buena acogida en los años previos en San Juan del Monte. En esa primera edición salieron seis carrozas.
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