El Convento, de reforma para reabrir en Miranda

De ahí, que el proyecto de actualización y reforma de las instalaciones, que comenzó hace más o menos un mes, se esté centrando en la remodelación y actualización de habitaciones y baños, así como en la zona de recepción, sin tocar los elementos constructivos de especial protección ni variar la fisonomía interna o externa del inmueble.

«Apostamos por introducir una decoración y un mobiliario más actual, para conseguir una estética acorde a los tiempos;pero respetando siempre las características principales de un edificio singular, con unos valores muy especiales», detalló Jon Madariaga, uno de los integrantes de la sociedad promotora.

Las instalaciones de la hospedería, aunque estaban bien conservadas se habían quedado anticuadas varias décadas después de su apertura como lugar de alojamiento. Concretamente como hospedería de dos estrellas. Una categoría que, para esta nueva etapa, se han propuesto elevar. En principio, el objetivo de la sociedad es poder cumplir con todos los requisitos necesarios para que el hotel reciba tres estrellas.

Una catalogación capaz de atraer tanto a huéspedes que vengan a visitar la ciudad por ocio como por motivos laborales. «Miranda tiene bastante movimiento empresarial y nos interesa mucho contar con ese perfil de cliente. Además la localidad es un cruce de caminos y hay gente a la que en sus desplazamientos le pueden interesar hacer noche aquí», avanzó Madariaga.

En principio, han calculado que para que la actividad sea viable como negocio, en el arranque, tienen que ser capaces de llenar al menos el 50% de las plazas disponibles e ir mejorando ese porcentaje poco a poco hasta alcanzar, como mínimo, el 75% de media, gracias al impulso de grandes citas que pueda acoger el recinto. Aunque eso se algo de lo que, de momento, no se vayan a encargar directamente.

El proyecto con el que están trabajando no toca el tema de la restauración. Para esa parte del negocio contarán con la colaboración del Monasterio del Espino, cuyos responsables se encargarán de la gestión de los eventos en las instalaciones. Eso sí, el hotel ofrecerá un servicio básico de desayunos y cenas para aquellos huéspedes que lo demanden, pero nada más. Sí habrá una recepción atendida las 24 horas del día; aunque el número de personas que conformarán la plantilla del futuro hotel está aún por definir.

Al igual que el nombre con el que va a operar. No tienen claro aún si seguirá siendo El Convento, como se ha conocido desde que abrió sus puertas, aunque la gestión haya pasado por distintas manos; o se decantarán por otra marca. Pero si optan por una nueva denominación será una «relacionada con lo que representa el edificio y el colegio Sagrados Corazones».

Máxime, teniendo en cuenta que, tal y como reconocen los promotores de la iniciativa, ha sido la buena disposición de la congregación la que ha hecho posible alcanzar un acuerdo para asumir la gestión del complejo y trabajar en su reapertura. «Nuestra relación con ellos es excelente y nos han dado muchas facilidades», reconoció Madariaga.

Hay que tener en cuenta que la instalación había visto reducida mucho su actividad en los últimos años y que a finales de 2024 los últimos frailes que residían en el inmueble se trasladaron a Madrid.