Los colegios de Miranda también enseñan solidaridad

Tradicionalmente, las peores catástrofes naturales acostumbran también a sacar la mejor versión del ser humano y, en el caso de la devastadora DANAque arrasó Valencia y una pequeña parte de Castilla-La Mancha, la sociedad española no tardó en reaccionar y tender la mano. Este es el caso del CEIP Altamira, que aprovechó las habituales cestas de Navidad para organizar un sorteo y, con la recaudación, adquirir material escolar para sus iguales. «Cuando pasó todo aquello, lo estuvimos hablando en el claustro de profesores. Nos pareció bien hacer un sorteo de una cesta con cositas que nos dieran distintos establecimientos de Miranda y, con lo recaudado, enviar material a algunos coles afectados», explica la profesora del centro, Beatriz Lastra.

El premio «que aún no ha sido recogido» englobaba un maletín de herramientas de JBM y dos linternas de Repuestos López, «Davia Fotógrafos nos regaló una sesión, Boutique Patricia nos dio una prenda, Guías de Las Merindades incluyeron un vale para una experiencia de vía ferrata en Sobrón, Bocca nos regaló dos menús. Agradecer también a Tecnoplan, que nos hizo todos los boletos de forma gratuita. Los profesores pusimos bote y compramos un Wonderbox de experiencias».

Se logró recaudar 3.225 euros, un monto más que reseñable con el «estamos más que contentos con la contribución de la gente y del trabajo realizado por padres, alumnos, profesores y colaboradores. La AMPAayudó muchísimo en la venta». A la postre, este dinero se ha destinado a la compra de material escolar para el CEIP Orba, ubicado el municipio valenciano de Alfafar, que acabó devastado por el desastre meteorológico. «Contactamos con gente de allí, necesitaban nuestra ayuda. Nos mandaron vídeos y fotografías de cómo estaba el colegio, estaba tan mal que no sabían si van a poder reformarlo desde cero, integralmente; o se optará por tirarlo abajo y construir uno nuevo», señala la maestra.

Agua y barro arrasaron todo, «perdieron todo el material, desde equipamiento a material fungible. Les pedimos que nos hicieran un listado y que nosotros lo compraríamos en las empresas de Miranda para favorecer un poco al comercio local, y lo enviaríamos a su colegio», apunta.

Finalmente, toda la recaudación ha ido a parar a libros de lectura, «ya que fue lo que nos pidieron porque su biblioteca fue arrasada», y con lo que sobre de los títulos adquiridos, «estamos pensando comprar algún juego también para los pequeños. Esperamos enviarlo todo en unos días, faltan algunos de llegar».

Y es que tienen claro que «son nuestros paralelos y les ocurrió una desgracia que puede pasarnos a nosotros perfectamente. Cualquier mano que te echen cuando estás en una situación así, se agradece. Era una forma de que los niños vean que hay que ser solidarios, que todos necesitamos de las otras personas».