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Cristina Ortiz
Lunes, 20 de enero 2025, 21:48
Hasta el instante final, los números han sido el caballo de Troya de la junta directiva de Roberto López de Davalillo que, dos meses después de haber dimitido, requería este lunes los votos de los integrantes de la junta gestora para sacar adelante el resultado ... económico de 2024. Las cuentas, pese a presentar un balance de situación con un total de 85.607 euros, sólo recibieron 29 votos a favor (8 de la gestora). Casi tantos como rechazos, con 22 personas que se negaron a aprobarlas. La mayoría de los que alzaron la mano lo hicieron para abstenerse –incluido Carlos Calvo y los miembros se su equipo–. Y es que la explicación del detalle de las partidas no convenció entre los asistentes a la asamblea.
La primera en mostrar sus dudas fue la trabajadora de la entidad, que llamó la atención sobre el hecho de que lo que a ella se le estaba ingresando y lo que figuraba en las nóminas no coincidía. El importe no era exacto y tampoco lo era en el balance.
A eso se unió el malestar de algunos cofrades porque aún no se ha pagado la subvención a las cuadrillas. Una deuda reconocida por la junta saliente y que, según se recoge en el balance de situación de una contabilidad elaborada por una persona externa a la que se contrató para tal fin, asciende a 16.430 euros, de los 20.000 aprobados para 2024, incluyendo en ese total 2.185 del seguro de responsabilidad civil para las peñas contratado por la Cofradía. Tenían que haber recibido 17.814 y sólo les han llegado 1.384.
Una mínima parte pese a haber concluido el ejercicio y que disponible en las cuentas de la entidad, según el balance a 31 de diciembre, hay 25.139. Dinero más que suficiente, por lo que algunos de los presentes insistieron en saber cuándo iban a cobrar. Y se fueron sin saberlo, porque la única respuesta que recibieron fue de López de Davalillo, que desde el lateral de la sala donde siguió el desarrollo de la asamblea, apuntó que «cuando el Ayuntamiento pague los 15.000 que debe».
Y es que, en total, según se recoge en las cuentas de cierre del ejercicio, la Cofradía tiene pendiente ingresar 57.255 euros en subvenciones concedidas. Además de los 15.000 que tiene que abonar la administración local de los 50.000 aprobados; tampoco ha recibido aún los 30.000 concedidos por la Diputación de Burgos, ni los 5.000 comprometidos por la Junta para financiar hasta el 80% de la obra de teatro puesta en escena a finales de diciembre. Un proyecto que, según la contabilidad anual, ha generado unos gastos de 3.345.
El año se ha cerrado con un déficit de 14.437 euros. Y es que pese a que los ingresos han sido notablemente superiores a los del pasado ejercicio, llegando a disponer de 228.793 euros; los gastos se han elevado hasta los 243.230. euros.
Partidas en las que destacan el coste de las verbenas, que llegó a los 38.673 euros, frente a los 18.029 de 2023. El aumento del gasto ha sido superior al 100%, al destinarse a esa finalidad 20.000 euros más. Ésa ha sido, sin duda, la partida más alta; seguida de la del alquiler de la carpa, que ascendió a 33.067. Se gastó el doble que en San Juan del Monte del año anterior, pero también consiguió elevar la recaudación ya que la entidad recaudó 24.705 por el uso de la instalación, cuando el ejercicio anterior ese capítulo apenas aportó 4.800 euros a las arcas.
La macrocarpa, sin duda no fue la apuesta que más cara en lo económico le salió a la junta de López de Davalillo, pero sí en lo social; tanto por el malestar con que se recibió por parte de la hostelería y la restauración de la ciudad, que la veían como una competencia desleal, como por la lluvia que provocó que el recinto quedará parcialmente anegado el domingo, lleno de charcos y barro, que hicieron imposible que algunas cuadrillas pudieran comer. El malestar fue tal que algunas se plantearon no pagar por ese servicio, con el consiguiente impacto que hubiera tenido en la economía de la Cofradía, que se ha mantenido a flote.
De hecho, pese a recoger las cuentas un déficit de 14.437 euros este año y de 12.135 el pasado –en total 26.572– el balance final, incluyendo el excedente de ejercicios anteriores, arroja un balance positivo de 85.607. Pese a tener que hacer frente a mayores ingresos que gastos, el cierre presenta sólo 2.590 euros menos que los que dejó la anterior junta, la de Álvaro de Gracia, que cedió el testigo con 88.197.
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