Ciencia, juego y solidaridad en Los Ángeles
El centro, que recibirá mañana un sello de Unicef, impulsa un proyecto para aprender en el patio y la naturaleza y otro de motivación científica
Matemáticas, lengua, historia... forman parte de las asignaturas evaluables en cualquier currículo de Primaria, pero hay otras que aunque no vayan acompañadas de un examen ... son objeto de evaluación constante en el colegio Los Ángeles, que valora en ellas la importancia de la convivencia, las habilidades sociales, el juego, el pensamiento científico, la sostenibilidad...
Son varios los proyectos que tiene abiertos el centro y uno de ellos, el que pone el foco en las relaciones personales o el compañerismo le ha valido ser reconocido por Unicef como Centro Referente en Educación en Derechos de la Infancia, una mención que ya figura en su página web y que recogerán presencialmente en un acto al que han sido convocados mañana en Valladolid.
Se trata de un distintivo otorgado tras valorar todas las actividades que se realizan en el centro relacionadas con solidaridad, derechos, participación de alumnado y familias... Iniciativas que fueron documentadas a lo largo del curso pasado y que han tenido en éste su recompensa. «Nos animamos a presentarnos porque la convivencia es un aspecto que nos parece importante, al igual que otros muchos. Por eso, habíamos hecho algunos seminarios sobre ese tema en cursos anteriores y habíamos participado con Unicef en algunas actividades», explicó la directora del centro, María José Sáseta.
El juego, sus beneficios y su impacto en la formación de los niños es otro de los aspectos sobre los que han decidido profundizar en los dos próximos cursos. El plazo que dura el proyecto que les ha sido autorizado por el Ministerio de Educación de manera conjunta con otros tres colegios de distintas regiones, con los que van a trabajar codo con codo.
Lo harán en un proyecto que lleva por título 'Y tú, ¿a qué quieres jugar?', que busca mejorar de manera conjunta las actividades que se desarrollan en los patios, creando diferentes zonas, juegos... Experiencias comunes que se irán compartiendo y a las que cada centro sumará un proyecto propio y diferenciador. En el caso de Los Ángeles apostarán por llevar las actividades más allá de su valla, para aprovechar que, en su caso, disponen de un entorno verde al alcance de la mano.
«Queremos dar clase en la naturaleza. Nosotros tenemos un entorno privilegiado en el que los niños pueden aprender», destacó Sáseta; sin olvidar también las posibilidades de ampliar el actual huerto para que por él pueda pasar todo el alumnado. Ahora acuden los de Infantil y el plan es que también lo hagan los de Primaria. «Se trataría de utilizar el entorno como medio para el aprendizaje, ya sea para aprender de él o como espacio en el que estar», explicó la directora; que compartirá trabajo y retos con los colegios Luis Vives de Badajoz; Giner de los Ríos, de Fuenlabrada; y el cordobés San Sebastián, de Palma Del Río.
El primero de los objetivos, el de impulsar la solidaridad en el patio, llevó a Los Ángeles a celebrar un cross solidario la pasada semana en sus instalaciones, un evento en el que corrieron niños y adultos que, a cambio del dorsal, donaron alimentos que luego recogió Cruz Roja.
Iniciativa que en diferentes días reproducirán los otros tres coles con los que participan en el programa y con los que, entre otras actividades, tienen previsto crear una canción conjunta y un logo para el proyecto, realizar videoconferencias, actividades al tiempo en los patios de los cuatro colegios o un encuentro presencial que ya han fijado para el próximo curso en Madrid. «Esta semana tenemos una reunión para ir acotando las actividades», avanzó.
También de la mano con otros centros -la UBU y el colegio Virgen de las Eras, del Valle de Santibáñez-, a lo largo del presente curso y del próximo se va a volcar el centro en trabajar el desarrollo del pensamiento computacional y científico en Educación Infantil y Primaria a través de un modelo Steam. Este proyecto, impulsado por Los Ángeles, que se encargó de buscar colaboradores para poderlo llevar a cabo, surge del interés por analizar de forma sistemática el trabajo que se desarrolla en el aula.
«Cada niño aprende de una manera y si los contenidos se dan de diferente forma les llega a todos»
Investigación educativa
Son muchos los cambios e innovaciones metodológicas que se pueden llevar a cabo, pero consideran que es necesario analizarlas desde la investigación educativa para mejorar el conocimiento del aula y así ser más eficiente en el proceso enseñanza-aprendizaje. «Lo que se pretende es mejorar la competencia científica de los alumnos desde etapas muy tempranas, no a partir de actividades o talleres que se realizan de forma independiente, sino mediante la integración de una metodología planificada e integrada cuyas actividades se integren dentro del currículum escolar», detalló.
Y, para ello, todo lo relacionado con robótica y ciencias se trabaja de manera experimental y manipulativa en la clase de STEAM (acrónimo de las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas). «El año pasado empezamos a hacer alguna actividad y como vimos que funcionaba y la acogida era muy buena; nos animamos a hacer el proyecto». Iniciativa que, además, tratan de vincular a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a que todo lo que encuentran en los manuales lo tengan en la práctica.
«Es algo muy motivacional para los alumnos, les gusta mucho. Creemos que la formación integral va mucho más allá de lo que hay en los libros. Cada niño aprende de una manera y si los contenidos se dan de diferente forma les llega a todos», concluyó.
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