Cerrar una herida después de 84 años
Reconocimiento ·
Pedro Darné fue prisionero en el Campo de Concentración y su familia ha viajado a Miranda para recordarloToni Caballero
Sábado, 26 de agosto 2023, 22:39
Cuando se trata de memoria histórica, ¿qué entendemos por cerrar una herida?, pues bien, pese a que se trata de un concepto muy subjetivo relativo ... al ser humano que deba afrontarlo, se podría decir que, al igual que pasa con las lesiones físicas, la idea es juntar los bordes para que la lesión, aunque siga doliendo, cese de supurar. En este contexto, los restos del Campo de Concentración de Miranda han recibido esta semana la visita de la familia de Pedro Darné Coma, un preso republicano que acabó pereciendo en el espacio de reclusión en marzo de 1939.
Se desplazaron desde Barcelona la hija de Pedro, Teresa Darné; el yerno de la misma, Quim Ferrer; la nieta del preso, Glòria Fageda; y su bisnieto, Gerard Fageda. «Nos preguntaron si podían poner un trozo de la bandera catalana y dejar una foto de su familiar, que se quedará en el Centro de Interpretación, y aceptamos de muy buena gana. También estuvimos paseando con ellos y explicándoles un poco cómo funcionaba el campo», apunta Begoña González, concejala de Memoria Histórica del Consistorio mirandés.
El dato
4 años
tenía la hija del preso cuando fue separada de su padre, fue llamado a participar con el bando republicano
Rememorándonos a la historia que se conoce de Pedro Darné Coma, cabe destacar que era natural de Sant Joan les Fonts, un municipio de la comarca de la Garrotxa, en Girona. «Era un pueblo muy industrial, dedicado al papel y al sector textil, tengo entendido que él trabajaba en el textil. Fue llamado cuando era bastante mayor para participar en la Guerra Civil, donde fue apresado, y, según cuenta mi abuela, no estaba demasiado implicado con el bando republicano. Sin embargo, el pueblo, por su carácter industrial, sí que lo estaba, y en casa escondieron a bastantes republicanos cuando llegó la retirada», explica el bisnieto del preso, Gerard Fageda.
La hija única hija de Pedro, Teresa, que ahora cuenta con 88 años de edad, se tuvo que despedir de su padre cuando sólo tenía 4 años. «Ella siempre ha dicho que tuvo la sensación de que no le volvería a ver. Tanto mi abuela, como su madre, que se quedó viuda, no pasaron hambre porque tenían conejos, gallinas y otros animales», subraya Fageda.
«En casa de mi bisabuelo, escondieron a republicanos que huían en retirada cuando acabó la Guerra Civil»
Asimismo, la viuda de Pere siempre mantuvo que, cuando iban a otorgarle la libertad a su marido en el Campo de Concentración de Miranda, le endosaron otros expedientes encima para que continuará preso. «Murió de pulmonía, o eso se registró de forma oficial», apunta la titular de Memoria Histórica.
La visita de la familia de Pedro Darné fue tan informativa como sanadora y reconstituyente. «Mi abuela siempre decía que no podría vivir tranquilla hasta que enterrase a mi abuelo. Cuando nos enteramos de que habían puesto una placa en Miranda, con su nombre, y que constaba en el registro oficial, fue como un descanso, se puso muy contenta y quiso viajar hasta Miranda para hacer un pequeño homenaje y cerrar una herida», confiesa el bisnieto de la víctima.
«Mi abuela no se imaginaba las condiciones en las que vivió su padre en Miranda, funcionaba como un campo de concentración nazi»
Otro de los aspectos que sorprendieron a la familia fue enterarse de cómo funcionaba el Campo de concentración de Miranda. «Mi abuela no se imaginaba las condiciones del campo. No sabía que los tenían hacinados y en unas condiciones tan lamentables y horrorosas. No se lo imaginaba tan exagerado. El funcionamiento era como el de un campo de concentración nazi, y eso la sorprendió mucho. Tenían el lavadero y gracias, es una vergüenza espectacular. El lavadero y poco más», concluye Gerard.
Esta es la historia de Pedro Darné Coma, un obrero textil gerundense que fue capturado en la Guerra Civil. Fue separado de su mujer y su única hija, Teresa, que sólo tenía 4 años cuando dijo adiós a su padre por última vez. Curiosamente, muchos de los niños de la posguerra afirman haber sentido esa misma sensación con sus familiares. Trasladado al Campo de Concentración de Miranda, acabó falleciendo a costa de una pulmonía, pero no se sabe si esta versión es la verdadera. Ahora, 84 años más tarde, Teresa, su hija y su nieto han puesto el cierre a una herida que llevaba demasiado tiempo supurando en el subconsciente.
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