CCOO y UGT no logran sumar más siglas para «proteger lo conquistado»

La movilización partirá a las 12.00 horas de la estación de tren y finalizará en Plaza España, donde se leerá el manifiesto y habrá un concierto del grupo mirandés Funkexpress. En el parque Antonio Machado estará CNT mientras que CGT no ha comunicado aún públicamente sus intenciones.

La nueva dirección de Comisiones Obreras pretendía que solo hubiera una convocatoria pero no ha sido capaz de encontrar los puntos comunes que permitiera marchar a todos detrás de la misma pancarta. La secretaria comarcal cree que las problemáticas sobre las que se debe llamar la atención en la ciudad giran en torno a la Educación, Sanidad y Metecno.

Leticia Ruiz de Arcaute recuerda que «cuatro de cada diez docentes son interinos» y que en el hospital Santiago Apóstol hay muchas plazas vacantes de difícil cobertura que dilatan las listas de espera. Además pone el foco en Metecno por ser una de las empresas que ejemplifica los despidos y la precariedad laboral.

Dentro de las reivindicaciones del 1 de Mayo también habrá lugar para un contexto internacional de «profundas transformaciones en el que el sindicalismo es una herramienta esencial para construir sociedades más justas y democráticas». La guerra arancelaria impulsada por Donald Trump o las políticas de las extremas derechas, «que promueven el deterioro de los servicios públicos y el odio a la diversidad» requieren una respuesta fuerte de la Unión Europea «priorizando la justicia social y llevando a cabo políticas expansivas que creen empleo de calidad a través del refuerzo industrial, de la transición energética y la innovación digital, con la participación del sindicalismo de clase como garante de la democracia, la cohesión social y la igualdad».

En la lista de reivindicaciones de CCOO y UGT también se incluye el acceso a una vivienda, por que «un empleo digno no se limita a un salario o al contrato, sino que una persona trabajadora necesita un hogar, un centro de salud que le atienda y un entorno que le ofrezca futuro». Para ambos sindicatos, en Castilla y León el precio de los alquileres dificulta la aplicación de esos derechos y por eso reclaman un tope en las zonas en las que los precios se encuentran tensionados, una problemática que en la región se agrava con la despoblación rural y las desigualdades territoriales, «que condenan a muchas comarcas al abandono, siendo necesaria inversión pública, empleo de calidad, transporte y servicios. No puede haber igualdad si la geografía sigue marcando el futuro de quienes trabajan», sentencian.